De Thomas Noone y Ernst Reijseger
Desde el año 2001, cuando empecé a considerar la oportunidad de trabajar con Ernst, se han producido acontecimientos mundiales que me han hecho plantear la relevancia de la danza. Entonces miro qué es lo que me hace bailar y pienso en por qué soy artista, y veo que precisamente lo que importa es la futilidad de lo que hago: un ejercicio de vulnerabilidad que constata nuestra naturaleza humana. En este momento que vivimos es esencial reconocer nuestra humanidad en un mundo que se materializa en la tragedia y la destrucción.
Coreografia: Thomas Noone; Composició i música: Ernst Reijseger; Ballarins: Thomas Noone, Núria Martínez, Eva Ballesteros, Inma Rubio, Philip Connaughton; Disseny d'il·luminació: Jaume Ortiz; So: Ferran Fages; Vestuari: Mercedes Miranda; Assistència a la producció: Barbarana Pons; Producció i management: Estefania Benages;