Un planeta ignoto del cual las pasiones han sido desterradas, la Calanda rural y el París cosmopolita de Buñuel, una cueva de Georgia convertida en la puerta del Infierno... En todos estos espacios, y en unos cuántos más, se han convertido los escenarios que han pisado los y las intérpretes de La Veronal y su director y coreógrafo, Marcos Morau. Solo este año 2022, la compañía de danza ha pasado por grandes teatros de Francia, Bélgica, Alemania y Gran Bretaña (incluyendo el mítico Sadler's Wells), pero, además, en febrero se ha llevado el premio Ciutat de Barcelona en la categoría de Artes Escénicas por las coreografías Sonoma (Grec 2020) y Opening Night. Esta última, precisamente, es la que podremos volver a ver en el TNC, esta vez como parte de la programación del Grec Festival de Barcelona. Aquí, el escenario como tal, ese montón de artificios y tramoyas, deja de ser un espacio que se convierte en otra cosa para asumir todo el protagonismo. La pieza rinde homenaje al teatro y, quizás por eso mismo, es más teatral que las creaciones anteriores de la compañía. Aquí no encontraréis la kova, esa gramática del movimiento que caracteriza el lenguaje de la compañía y que Morau y los intérpretes, asumiendo voluntariamente el riesgo que representa, descartan esta vez para dejar más paso que nunca a la palabra (en francés) en un espectáculo que ni es exactamente danza ni es teatro, sino que se centra en la presencia de los cuerpos sobre el escenario para indagar en el carácter escénico del movimiento.
Este escenario que nos permite elevarnos como espectadores y espectadoras por encima de nuestras propias vidas y preocupaciones, la maquinaria con la cual crea las ficciones que consumimos y los personajes que las interpretan son el objeto de un homenaje a ese espacio y tiempo en los cuales la vida y la verdad entran en conflicto. Lo han imaginado los y las intérpretes de la pieza con Marcos Morau, un coreógrafo nacido en 1982 en Ontinyent (Comunidad Valenciana) y formado en danza en Barcelona, València y Nueva York, pero que también ha cursado un Máster en Teoría de la Dramaturgia y tiene amplios conocimientos de fotografía. En el año 2005 fundó La Veronal, un colectivo en el cual confluyeron artistas de campos tan diversos como la danza, el cine, la fotografía o la literatura. Morau ha obtenido el Premio Nacional de Danza 2013 del Ministerio de Cultura, entre otros muchos reconocimientos nacionales e internacionales.
Una coproducción de La Veronal, Teatre Nacional de Catalunya, Centro de Cultura Contemporánea Condeduque y Romaeuropa Festival.
Con el apoyo del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música del Ministerio de Cultura y Deporte de España y el Institut Català de les Empreses Culturals del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
Espectáculo recomendado para espectadores y espectadoras a partir de 16 años.
Idea, dirección artística y diseño: Marcos Morau , Coreografía: Marcos Morau, en colaboración con los intérpretes, Interpretación: Mònica Almirall, Valentin Goniot, Núria Navarra, Lorena Nogal, Shay Partush, Marina Rodríguez, Diseño de escenografía: Max Glaenzel, Diseño de vestuario: Silvia Delagneau, Confección del vestuario: Mª Carmen Soriano, Dirección técnica: David Pascual, Diseño de iluminación: Bernat Jansà, Diseño de sonido: Juan Cristóbal Saavedra, Texto: Carmina S. Belda, Violeta Gil, Celso Giménez, Asistencia a la dirección: Mònica Almirall, Asesoramiento artístico: Roberto Fratini, Regiduría de escena, maquinaria y efectos especiales: David Pascual, Producción y logística: Cristina Goñi, Dirección de producción: Juan Manuel Gil Galindo Fotografía: May Zircus & TNC, Marcos Ibañez, Albert Pons
