Una obra de El Bosco sirve de inspiración al dramaturgo Joan Yago y al director Israel Solà para lanzar una mirada grotesca sobre el mundo contemporáneo. El Grec apuesta por los creadores emergentes en un montaje que lleva una pintura a escena.
En una de sus creaciones tardías, el pintor flamenco Hieronymus Bosch, más conocido como El Bosco, representó una barca llena de hombres y mujeres que derrochaban sus vidas entregándose al amor, en lo que era una advertencia burlesca sobre la pérdida de valores. Ahora, la compañía La Calórica parte de aquel cuadro para recrear en escena el viaje de una barca muy similar, en la que un grupo de personajes heterogéneos va en busca de una tierra en la que todavía se pueda vivir. Un joven con camisa de poeta, una mujer de risa luminosa, un obispo, una dama elegante y extraña y un bufón que comanda la aventura absurda de todos ellos son algunos de los personajes de un montaje que proyecta una mirada deformante sobre nuestro mundo. Lo lleva a escena una joven compañía que ya pasó por el Grec 2012 con L’editto bulgaro, una de las obras del ciclo “Julio en La Cuina”.
Autoria: Joan Yago; Direcció: Israel Solà; Intèrprets: Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Marc Rius, Júlia Truyol; Música original: Gori Matas; Escenografia i vestuari: Albert Pascual; Disseny d'il·luminació: Elisenda Rodríguez; So: Josep Sanchez-Rico; Caracterització: Lucho Soriano, La Calòrica; Construcció de l'escenografia: La Calòrica; Confecció del vestuari: Albert Pascual; Imatge gràfica: Yago Partal; Agraïments: Montserrat Nogué, Chelo García, Pere Sànchez, Eloi Linuesa;
