Interferència es un movimento que nació el año pasado con la voluntad de sacar el arte de los museos y acercarlo a la vida cotidiana de la ciudad, para hacer del territorio urbano una parte más del proceso creativo. Con una visión del arte que –a diferencia de los monumentos o esculturas– no busca decorar sino transformar y cuestionar, Interferència quiere apropiarse de calles y plazas para hacer de la ciudad un espacio más digno, más humano, más creativo y más respetuoso con las personas que la habitan. Una llamada a la ciudadanía para que, durante tres días y de la mano de diferentes artistas, reclamen su ciudad, y para que la conviertan en espacio de expresión y reflexión.