¿Las herramientas para vivir en sociedad en nuestro mundo moderno y cambiante son todavía válidas? Nuestra cultura occidental nos ha educado en la creencia en el orden y la seguridad como pilares sobre los que construir el futuro, con solidez, con prevención, con miedo. El Estado del bienestar nos hace aceptar esta falsa realidad que nos aleja del resto del mundo. Nos asustan los nuevos virus y las nuevas epidemias, como si en algún momento de la historia la humanidad hubiera sido inmune a enfermedades nuevas. Pero el miedo es más rentable que el espíritu crítico. Quizá la mejor salida es el movimiento constante más que la rigidez mortuoria, aprender a vivir en la inseguridad en vez de vivir en la falsedad, respetando la duda más que adorando a la seguridad, viviendo acordes al impulso interno y universal a un mismo tiempo: “El viaje”, con el que se multiplican las perspectivas y se desarrollan sensibilidades nuevas.