Entre el cuento de hadas y la ciencia ficción, Teodora Castellucci completa una pieza llena de movimientos de una densidad y precisión espectaculares, cuya coreografía presenta una inquietante reflexión sobre la metamorfosis, fruto y plenitud producto de la violencia y la muerte.
Coreografía, dirección e interpretación: Teodora Castellucci; Música original: Demetrio Castellucci; Iluminación: Eugenio Resta; Realización de parties plásticas: Chiara Bocchini; Vestuario: Gabriella Battistini, Carme Castellucci; Fotografía: Paolo Rapalino.