El missioner

Nuevos lenguajes cinematográficos, estéticas alternativas, formas de explicar el mundo mediante visiones artísticas: efectivamente, un videoclip puede ser todas esas cosas, pero, especialmente cuando se trata de videoclips dirigidos al consumo del público en general, cuanto más amplio mejor, hay que mirarlos con atención y visión crítica, pues a menudo son medios rápidos y masivos para exportar a todo el planeta unos valores determinados que van desde la manera de relacionarnos entre nosotros hasta el derecho a la posesión, pasando por la forma en qué debemos vivir la sexualidad y las estructuras familiares que son o no aceptables. ¿Es posible que los videoclips sean, como lo eran los antiguos misioneros cristianos, colonizadores culturales dispuestos a generar estereotipos de género, de clase y de raza? Pensad en ello la próxima vez que veáis el videoclip de un artista desconocido de un país lejano que ha acabado convertido en una celebridad mundial coronada por YouTube u otra plataforma similar.

Os invitan a reflexionar sobre este tema los y las integrantes de la compañía La Virgueria, que con el proyecto de este espectáculo obtuvieron una de las becas “Premis Barcelona 2020” concedidas por el Ayuntamiento. Lo hacen mediante un texto cargado de humor negro; una música que es protagonista del espectáculo y que incluye tanto una banda sonora original como canciones especialmente conocidas; el lenguaje corporal, y una serie de videoproyecciones que marcan la estética del montaje. Todos estos lenguajes, empleados de manera conjunta, construyen en escena una realidad paralela que nos mostrará, con ironía, qué relación tienen los videoclips y el resto de productos audiovisuales que consumimos con nuestra forma de ver el mundo.

Es la nueva propuesta de La Virgueria, una compañía integrada por Aleix Fauró, Isis Martín, Patrícia Bargalló y Júlia Ribera, que busca que el teatro continúe al salir de la sala de representación e induce a reflexiones y pensamientos que estimulen el pensamiento crítico. Quizás hayáis visto montajes suyos: por ejemplo, Com menja un caníbal (2019), sobre la importancia de los cuidados y de las personas excluidas del sistema capitalista, o Medusa (2017), una dramaturgia a cargo de Pablo Ley de la novela homónima de Ricardo Menéndez Salmón y ganadora de los premios Quim Masó y Serra d’Or a mejor espectáculo del año, entre otras muchas creaciones escénicas.

Una coproducción del Grec 2022 Festival de Barcelona, Teatre de Lloret y La Virgueria.
Con el apoyo del Institut Català de les Empreses Culturals de la Generalitat de Catalunya (ICEC), la Fundació Joan Brossa - Centre de les Arts Lliures y el beneficio de las Ayudas a la Creación Carlota Soldevila del Teatre Lliure.
 

Autoría: Isis Martín y Aleix Fauró Dirección: Aleix Fauró Dramaturgia escénica: Isis Martín Ayudantía de dirección en prácticas (IT): Júlia Valdivielso Estudiante en prácticas de asistencia de dirección (MUET): Mohamad Bitari Interpretación: Esmeralda Colette, Guillem Gefaell, Maria Garrido, Isis Martín y Alba Sáez Dirección de movimiento y coreografía: Patrícia Bargalló Banda sonora y espacio sonoro: Clara Aguilar Diseño de vídeo y proyecciones: Francesc Isern Diseño de la iluminación: David Bofarull Espacio escénico: Paula Font y Paula González Apoyo espacio escénico y víideo:Mariana Echeverri Diseño de vestuario: Berta Riera Ayudantía de vestuario en prácticas (IT): Iván García Diseño gráfico: Oscar Llobet Fotografía: Anna Miralles Vídeos promocionales: Àlex D. Sala Producción ejecutiva: Júlia Ribera Ayudantía de producción: Júlia Barragán Comunicación: La Virgueria Estudiante en prácticas de comunicación (UB): Sílvia Casas Gestión económica: Maria Sangüesa (IACTA) Asesoramiento pedagógico: NUS Cooperativa Producción: La Virgueria, Grec 2022 Festival de Barcelona, Teatre de Lloret Con el apoyo de: Fundació Joan Brossa - Centre de les Arts Lliures, Generalitat de Catalunya (ICEC)