Uno de los más nuevos valores de la danza francesa actual nos invita a reflexionar, a golpe de hip-hop, sobre el fenómeno de la emigración y los sueños del exilio, especialmente en el contexto de las relaciones entre Francia y Argelia.
La escena del hip-hop en Francia tiene una potencia extraordinaria que ha generado grandes talentos capaces de llevar a los escenarios un estilo nacido en la calle y transformar, así, la manera de entender la danza. Uno de estos nombres es el de Kader Attou, director artístico, bailarín y coreógrafo de la Cie Accrorap, fundada en 1989 por él mismo y por otros nombres esenciales de la danza francesa actual, como por ejemplo Eric Mezino, Chaouki Saïd, Mourad Merzouki o Lionel Frédoc. La contemporaneidad, la mezcla de culturas y un fondo humanista son marcas de fábrica de este creador, que también es director del Centre Choréographique National de La Rochelle/Poitou-Charentes y que se inspira tanto en el hip-hop como en las artes del circo, en la danza contemporánea o en las artes de la imagen. Y es que sus coreografías rompen fronteras entre géneros para tocar temas del máximo interés y de tanta actualidad como Douar. En la pieza que veremos en el Grec, Attou pone a bailar a una serie de bailarines argelinos que nos hablan con el lenguaje del movimiento sobre esos sueños que, a ambos lados del Mediterráneo, inspiran exilios y migraciones. El artista evita los lugares comunes y los clichés para hablarnos del aburrimiento, de la sensación de sentirse encarcelado y de los sueños de libertad de los jóvenes argelinos, pero también de las dificultades que encuentran otros jóvenes, estos residentes en Francia, para asumir la doble cultura en la que han crecido.
Direcció artística i coreògrafia: Kader Attou; Interpretació: Sim'Hamed Benalima, Fouaz Bounechada, Amine Boussa, Mabrouk Gouicem, Rachid Hamchaoui, Salem Mouhajir, Chaouki Saïd i Hichem Sérir Abdallah
; Música: Manuel Wandji; Disseny de la il·luminació: Fabrice Crouzet; Vestuari: Nadia Genez; Regidoria: Stéphane L'Heryenat;