Originariamente el té fue utilizado por los monjes budistas como una ayuda para su meditación pero, con el tiempo, su consumo se convirtió en una ceremonia que ha impregnado toda la cultura japonesa. Es el chado, un ritual que tiene como principios básicos la economía, pues el bienestar consiste en la sencillez; la armonía; el respeto; la pureza y la paz interior. Quien desee conocer mejor la ceremonia podrá asistir como espectador o bien participar en ella y degustar el té. En todo caso, unos consejos que se destilan de la misma filosofía que inspira el ritual: llegar puntual, respetar a los demás y vestir con sencillez, pues éste es un ritual de simplicidad destinado a encontrar la paz... en una taza de té.