Por suerte, estamos protegidos. Aquí es muy difícil suicidarse. Cuando un cuerpo de más de tres kilos cae por cualquier salida del edificio, se activa un airbag gigante...
Con permiso de Cristina Fernández de Kirchner, Angela Merkel o la directora del Fondo Monetario Internacional, dicen que el poder es un concepto ligado a la masculinidad. Por eso, la dramaturga Victoria Szpunberg ha elegido a dos hombres como protagonistas de su historia. Uno de ellos ha triunfado y ejerce el poder político. Al otro, el artista, la vida no le ha ido demasiado bien. ¿Qué significa tener poder? ¿Y qué significa tener cuarenta años y no tener un buen trabajo en una sociedad que reclama al hombre una profesión de éxito? Dos viejos amigos en situaciones opuestas volverán a coincidir bajo la mirada de una mujer que los conoce bien de aquellos tiempos en que sonaba "Boys don’t cry" de The Cure que, como the Martins y el Marie Brizard, son iconos de un pasado de mucha complicidad, con expectativas y grandes ansias de futuro... Hoy, sin embargo, a los chicos les tocará llorar. Volver a encontrarse con un antiguo amigo puede ser una excusa perfecta para enfrentarse a lo mejor o lo peor de uno mismo.
Autoria: Victoria Szpunberg; Direcció: Glòria Balañà i Altimira; Intèrprets: Francesc Garrido, Armand Villén, Alícia González Laá, David Anguera; Escenografia: Meritxell Muñoz; Vestuari: Marta Rafa Serra; Disseny d'i·luminació: Sylvia Kuchinow; Disseny de so: Lucas Ariel Vallejos; Producció executiva: Julio Álvarez, Víctor F. Suáñez; Ajudant de direcció: Roger M. Puig; Ajudant d'escenografia: Anna Tantull; Construcció de l'escenografia: Pau Gómez; Producció: Ferran Murillo;