Jazz, rock y funk se combinan en la música de Snarky Puppy, un conocido supergrupo de jazz-fusión instrumental que nació en Brooklyn y ha ganado tres premios Grammy. El líder de la banda es el compositor, productor y bajista Michael League, que, precisamente, se instaló hace una temporada en Barcelona, donde aún vive. League pasó hace unos años por Montreal, y allí, de manera inesperada, conoció a la cantante y pianista Malika Tirolien, una canadiense originaria de la isla caribeña de Guadalupe a quién escuchó cantar en francés y en criollo. Ambos artistas descubrieron que eran espíritus afines y empezaron a intercambiar letras y melodías, en una relación en la que League cambió el bajo por una guitarra, reunió a músicos de orígenes culturales diversos y acabó creando Bokanté, una banda con un nombre que, en criollo de Guadalupe, significa ‘intercambio’. Y es que en este proyecto paralelo del creador de Snarky Puppy confluyen el jazz, el blues y todo de músicas del mundo procedentes de Cuba, Jamaica o del delta del Misisipi, pero también del África occidental. Todo, como ellos mismos dicen, constituye una extraña combinación de "sonidos africanos, blues del delta y Led Zeppelin", con unas letras cantadas en criollo y en francés. Hasta ahora han editado dos discos, Strange Circles y What Heat, en los que hemos escuchado la voz extraordinaria de Malika Tirolien cantando sobre el mundo de hoy y los problemas a los que se enfrenta: desde el racismo y las migraciones hasta la indiferencia ante el dolor ajeno. Ahora, la banda prepara un tercer trabajo que graba este verano en Barcelona y que interpreta en directo en el Grec Festival de Barcelona tras haber ofrecido conciertos en Montreux y en Lugano.
Interpretación musical: Michael League (guitarra barítono), Roosevelt Collier (guitarra lap steel), Malika Tirolien (voz), Chris McQueen (guitarra), Bob Lanzetti (guitarra), Julia Adamy (bajo eléctrico), André Ferrari (percusión), Jamey Haddad (percusión), Keita Ogawa (percusión) Fotografías: Reinout Bos, York Tillyer