Un perfecto caballero inglés se pone a cantar temas clásicos del jazz y consigue que suenen tan nuevos como el día en que los compusieron. Para saber cuál es el secreto tendréis que venir a escuchar su voz y su piano.
De pequeño le fascinaban artistas como Bill Evans, Frank Sinatra o Nat King Cole, y la influencia de esos monstruos de la música es evidente en todos sus trabajos. Si alguien ha tenido el placer de escuchar su extraordinaria versión de Cheek to Cheek ya se puede hacer una idea de lo que nos propone en su último disco, en el que él mismo confiesa que ha tomado estándares de jazz y clásicos de swing de la vieja escuela y los ha reinterpretado a su manera, sin la más mínima vergüenza, pasándolos por el filtro del primer Stevie Wonder y de aquella discográfica hecha leyenda de la música negra norteamericana, la Motown. No hay nada de viejo o pasado de moda en las relecturas que hace de esos clásicos, solo frescura, energía y un talento que posiblemente seduciría a algunos de los artistas que versiona. Convertido en el número uno de los crooners de hoy, su estilo es tan vivo y estimulante como elegante. No es raro que el disco con el que se dio a conocer en el mundo entero en 2011, Delovely, encabezara las listas de venta de discos de jazz aquel año ni que sus vídeos (de una calidad equiparable a las canciones que interpreta) estén entre los más vistos en la red.
Interpretació musical: Anthony Strong (piano/veu), Dave Ohm (percussió), Spencer Brown (baix), Alam Nathoo (saxo); Producció executiva: Montuno;