Nacido en Buenos Aires en 1948, Ricardo Szwarcer fue escogido en unconcurso internacional convocado para sustituir a Borja Sitjà al frente del Festival de Barcelona Grec.
Szwarcer, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Buenos Aires, se había dado a conocer en la gestión del Teatro San Martín, el primer paso antes de hacerse cargo, en 1986, de uno de los teatros de ópera y danza más conocidos de Latinoamérica, el Teatro Colón. Allí trabajó primero como director administrativo(1982-1986) y más tarde como director general (1986-1989), cargos en los que adquirió una gran experiencia en la producción ejecutiva de espectáculos. En aquellos años, Luciano Pavarotti hizo su primera presentación en Argentina con La Bohèmey se produjo una difícil versión operística de Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny,de Kurt Weill, que pudo verse en el Luna Park de Buenos Aires.
En 1989 se estableció en Europa, donde, entre 1990 y 1991, fue director de producción de la Opéra de Lille y, entre 1991 y 1999, director artístico. El teatro tuvo que cerrar en 1998 con el fin de emprender una remodelación que no terminaría hasta 2003. En esa época (1997) el teatro obtuvo una de las Victoires de la Musique a la mejor producción lírica francesa por Pelléas et Mélisande de Claude Debussy.
En Londres empezó una nueva etapa que lo llevó aproducir espectáculos como Brasil brasileiro, un Fidelio de Loorin Mazel, con puesta en escena de Georges Lavaudant, o diferentes colaboraciones con el violonchelista Mstislav Rostropovich,como Verdi Requiem, la Lady Macbeth de Mtsensk de Dmitri Shostakovich o Romeo andJuliet de Prokofiev.
Brasil brasileiro, precisamente, se había visto en el Barcelona Teatre Musical, y Szwarcer ya tenía relaciones con la ciudad porque había colaborado con Borja Sitjà en el Festival de les Arts de Barcelona, organizado en 2004 con motivo del Fórum Universal de las Culturas.
Bajo la dirección de Szwarcer, el Grec Festival de Barcelona se ha abierto a manifestaciones escénicas procedentes de Asia, en un momento en que este continente adquiere cada vez más protagonismo en todos los campos. Además, se ha potenciado el papel de la danza, el circo y los espectáculos familiares, se han reforzado las relaciones con otros festivales europeos y se han realizado experiencias hasta entonces inéditas en la historia del festival, como producir un espectáculo de ópera familiar con teatros líricos de toda España o producir un espectáculo con un teatro japonés. Pero, especialmente, se ha intentado conectar con nuevos públicos con propuestas que van desde las destinadas al público familiar hasta las que han vinculado el festival con experiencias musicales de vanguardia.
Nacido en Buenos Aires en 1948, Ricardo Szwarcer fue escogido en unconcurso internacional convocado para sustituir a Borja Sitjà al frente del Festival de Barcelona Grec.
Szwarcer, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Buenos Aires, se había dado a conocer en la gestión del Teatro San Martín, el primer paso antes de hacerse cargo, en 1986, de uno de los teatros de ópera y danza más conocidos de Latinoamérica, el Teatro Colón. Allí trabajó primero como director administrativo(1982-1986) y más tarde como director general (1986-1989), cargos en los que adquirió una gran experiencia en la producción ejecutiva de espectáculos. En aquellos años, Luciano Pavarotti hizo su primera presentación en Argentina con La Bohèmey se produjo una difícil versión operística de Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny,de Kurt Weill, que pudo verse en el Luna Park de Buenos Aires.
En 1989 se estableció en Europa, donde, entre 1990 y 1991, fue director de producción de la Opéra de Lille y, entre 1991 y 1999, director artístico. El teatro tuvo que cerrar en 1998 con el fin de emprender una remodelación que no terminaría hasta 2003. En esa época (1997) el teatro obtuvo una de las Victoires de la Musique a la mejor producción lírica francesa por Pelléas et Mélisande de Claude Debussy.
En Londres empezó una nueva etapa que lo llevó aproducir espectáculos como Brasil brasileiro, un Fidelio de Loorin Mazel, con puesta en escena de Georges Lavaudant, o diferentes colaboraciones con el violonchelista Mstislav Rostropovich,como Verdi Requiem, la Lady Macbeth de Mtsensk de Dmitri Shostakovich o Romeo andJuliet de Prokofiev.
Brasil brasileiro, precisamente, se había visto en el Barcelona Teatre Musical, y Szwarcer ya tenía relaciones con la ciudad porque había colaborado con Borja Sitjà en el Festival de les Arts de Barcelona, organizado en 2004 con motivo del Fórum Universal de las Culturas.
Bajo la dirección de Szwarcer, el Grec Festival de Barcelona se ha abierto a manifestaciones escénicas procedentes de Asia, en un momento en que este continente adquiere cada vez más protagonismo en todos los campos. Además, se ha potenciado el papel de la danza, el circo y los espectáculos familiares, se han reforzado las relaciones con otros festivales europeos y se han realizado experiencias hasta entonces inéditas en la historia del festival, como producir un espectáculo de ópera familiar con teatros líricos de toda España o producir un espectáculo con un teatro japonés. Pero, especialmente, se ha intentado conectar con nuevos públicos con propuestas que van desde las destinadas al público familiar hasta las que han vinculado el festival con experiencias musicales de vanguardia.