En los calabozos del Castillo de Montjuïc se encuentran más de 650 grafitis realizados por los presos. La tarea de documentación llevada a cabo hasta el momento en los calabozos 3 y 4 ha permitido documentar cómo fue el día a día de la reclusión en estos espacios, así como las vivencias de una variedad de prisioneros y periodos históricos que van desde el último tercio del siglo XIX hasta finales de la Guerra Civil española: un recorrido por la Barcelona, y el mundo, de los últimos 150 años.
7 H. Diana
10 ½ H. Retrete
11 ½ H. Agua
13 H. Pan y Rancho
15 ½ H. Retrete
16 H. Agua
17 ½ H. Retrete
19 ½ H. Retrete
22 H. Silencio
Un texto ilustrativo de un día cualquiera en la vida de un prisionero, una espera perpetua mientras malvivía en uno de esos calabozos del Castillo de Montjuïc. Y un pequeño fragmento que, junto con el resto de grafitis localizados hasta ahora, nos ayudará a reconstruir una parte de la dilatada historia del castillo y, por extensión, de la ciudad y el país.
Lo más probable es que el uso de estos recintos como calabozos se iniciase a partir de la construcción del nuevo castillo del siglo XVIII. Están situados bajo las salas del sudeste del patio de armas, a una cota de 180 metros sobre el nivel del mar, en una planta intermedia entre los antiguos cuarteles y el patio de armas. Se trata de cinco salas de 4,90 metros de ancho y unos 6,90 metros de largo, comunicadas por un pasillo de 1,60 metros de ancho, vestigios del fortín que ocupó el emplazamiento del actual castillo.
La reciente remodelación del castillo (2014-2017) y el preceptivo seguimiento arqueológico propiciaron el descubrimiento de los grafitis en todos estos espacios. El proyecto de recuperación, conservación y restauración iniciado en 2015 ha dejado al descubierto un importante número de grafitis tanto en los calabozos como en los pasillos de acceso. El estudio de los elementos del conjunto permite situar la realización de los grafitis en tres épocas diferenciadas: la más antigua se sitúa en el último tercio del siglo XIX; la intermedia, entre 1900 y 1925, y el tercer grupo, entre 1935 y 1940, con lo que incluye toda la etapa de la Guerra Civil española.
A raíz del derribo de la Ciutadella en el año 1870, muchos de los presos fueron trasladados a los calabozos del Castillo de Montjuïc. Aquí se retuvo a presos políticos y militares, cuyo testimonio podemos recuperar hoy basándonos en los mensajes que, ya sea en forma de texto o de dibujos, se han conservado en los revestimientos de los muros: el atentado de 1896 contra la procesión del Corpus, la Semana Trágica, la huelga de la Canadiense, la Guerra Civil española y la posterior posguerra son algunos de los hechos históricos de los que ha quedado rastro en estos calabozos.
Se denomina grafiti la inscripción, dibujo o pintura realizados sobre una pared o un monumento, entre otros lugares. Los grafitis descubiertos en Montjuïc están realizados mayoritariamente con lápiz, aunque encontramos también grafitis incisos, grabados con la punta de algún utensilio. Los grafitis descubiertos hasta el momento corresponden a tres calabozos y cuentan con una superficie aproximada, en cada uno de los calabozos, de 17 metros lineales en una franja de aproximadamente 1,20 metros. Los grafitis ocupan una altura máxima de 1,90 metros, a partir de una altura media de 0,70 metros respecto del suelo.
Los elementos gráficos descubiertos —contabilizados, como ya se ha indicado, en más de 650— se presentan ahora en forma de base de datos en esta página web para su consulta o para la realización de un estudio de mayor profundidad. Todos ellos han sido documentados descriptiva y fotográficamente, y pueden realizarse búsquedas a partir de su cronología, temática o técnica.