"¡Todos los seres humanos son creativos, no sólo unos poco escogidos!"
Ha participado en proyectos tan diversos como Manos de Topo, Árbol o PIÑA, forma parte del grupo Big OK y es una pieza clave del colectivo de improvisación conducida del Caballo Ganador. Violinista, gallega y artista residente en Fabra i Coats, Sara Fontán es una de las creadoras que se ha implicado en el proyecto que ART i PART está desarrollando en el barrio de Sant Andreu. Ella nos da algunas claves para intuir hacia dónde caminará esta creación comunitaria, en la que los vecinos del barrio colaborarán con The Good Good, Pedra, Amir Gazit Studio, Mariona Naudin. Bajo el título de Eixam i rauxa. Jaleo y enjambre, el trabajo se presentará a finales de mayo.
- ¿Por qué habéis decidido bautizar vuestro proyecto como Eixam i rauxa. Jaleo y enjambre?
- La esencia del proyecto es la que nos inspiró el nombre, que surgió en una reunión en que todo el mundo proponía ideas. Los artistas que integran este proyecto trabajan diferentes disciplinas y tienen procedencias también diferentes: Cataluña, Israel, Argentina, Galicia… Y a ellos se sumarán los vecinos de Sant Andreu, de los que aún desconocemos sus orígenes. Así que serán muchas las personas colaborando y compartiendo y eso se traduce en alboroto, diversión, intercambio... en Jaleo y enjambre; en Eixam i rauxa.
-¿Cuál es el punto de partida de la creación?
- Partimos de talleres donde cada colectivo compartirá su método de trabajo con los participantes, que aprenderán diferentes lenguajes para crear un espectáculo conjunto. Arte escénico, construcción, música y diseño…
-¿Qué papel tendrá cada uno de los artistas? ¿y qué lugar reserváis a los vecinos que se quieran integrar?
- Los vecinos aprenderán nuestros métodos de trabajo y convivencia. Ellos serán el motor y quienes decidirán hacia dónde debe ir el espectáculo. Nosotros aportaremos la experiencia, el no tener miedo a validar ideas y a dejarse llevar por la creatividad y la diversión.
-Uno de los ejes de la creación será la música, ¿cómo puede intervenir en el espacio urbano?
-La música se puede hacer con el cuerpo, con la voz y con cualquier elemento urbano… Los buscaremos, los grabaremos, los procesaremos... Además usaremos el lenguaje de Caballo Ganador, de improvisación conducida: este lenguaje nos ayuda a conseguir la espontaneidad de los participantes y a validar cualquier sonido o acción que se plantee.
-¿Qué elementos de Sant Andreu pretendéis destacar?
-Trabajaremos en plazas, parques, rincones... Queremos transformarlos desplegando las herramientas artísticas aprendidas en los talleres. De este modo revisaremos los espacios públicos del día a día, los usaremos como fuentes de inspiración para generar experiencias artísticas comunitarias. Intentaremos darle otra vida a todo aquello que vemos a diario.
- ¿Cómo trabajaréis los diferentes lenguajes escénicos?
-Partimos de la idea de que será un espectáculo que se construirá en directo, es decir, esa misma transformación que queremos llevar a cabo en las plazas del barrio, nos gustaría que fuese el método en el espectáculo final. La música será el elemento presente en todas las partes del espectáculo, también la construcción, la escenografía, el vestuario...
-¿Qué puede reportar la experiencia a los vecinos que participen?
-Creo que aprenderán que el arte está en todas partes; aprenderán a buscar y encontrar elementos que les ayuden a organizar el pensamiento artístico. Disfrutarán de hacer cosas con desconocidos con los que comparten un objetivo en común. Trabajarán y disfrutarán en equipo.
-¿Qué aportan las creaciones comunitarias al mundo del arte? ¿A la ciudad? ¿A la convivencia?
-Creo que la base del arte comunitario es ayudar a mejorar la convivencia. Cuando tienes que crear algo con otras personas tienes que ser constructivo y estar dispuesto a ceder, a llevar a cabo la idea de otro y a trabajar por un objetivo común, no individual. El mundo del arte, con sus procesos creativos complejos y extensos, tiende a estar dirigido a un estrato social exquisito, selecto e incluso snob. Esto podría producir un rechazo en ciertos grupos de la sociedad que se vencería gracias a proyectos comunitarios, donde cualquier persona puede aprender herramientas, recursos, procesos y a articular un pensamiento crítico/artístico. ¡Todos los seres humanos son creativos, no sólo unos poco escogidos!