Barcelona Cultura

El circuito cultural en los barrios de todos los distritos de Barcelona. Entrada gratuita

Próxima temporada otoño 2024

ZERO EN CONDUCTA: “Somos unos enfermos de nuestro trabajo”

08/05/2017
Teatro
Putxa nos explica la fusión de géneros que practica la compañía Zero en Conducta y que es determinante en 'La dernière danse de Brigitte'

Explica Putxa que, en un escenario, el texto es la prosa; y el movimiento, la poesía. Y desde Zero en Conducta han hecho una apuesta clara por la poesía, por el movimiento, sea danza o mimo, teatro físico o manipulación de títeres. Todas estas técnicas se fusionan en sus espectáculos, en montajes como La dernière dance de Brigitte, la historia de una bailarina que, cuando está llegando a su final, cuando está confinada en una silla de ruedas, pone sus recuerdos a bailar.

Putxa, también conocido como José Antonio Puchades, es uno de los dos integrantes de la compañía Zero en Conducta y también su fundador en 2011. Julieta Gascón, su compañera de escena, llegó más tarde. Putxa recuerda que, cuando estaba empezando, hizo teatro para sordos y que aquel trabajo de experimentación con las manos fue la génesis de un montaje, Nymio. Historias mínimas contadas a mano (2012). Y Nymio fue el punto de partida de Zero en Conducta
"Todos nuestros espectáculos nacen de una necesidad, de la voluntad de explicar algo. Y, en el caso de La dernière dance de Brigitte, el punto de partida fue la pérdida de algunas personas muy queridas a las que quisimos rendir un homenaje desde el escenario. Queríamos hablar de la muerte, de los recuerdos, del adiós", explica Putxa los orígenes de este montaje que transcurre en dos momentos temporales: el presente, cuando manipulan el títere que encarna a Brigitte, cuando la bailarina está al final de su camino; y el pasado, cuando ponen a bailar sus recuerdos y evocan una época, la de principios del siglo pasado, tanto a través de las músicas –el lindy hop, el charlestón...-, como de la estética –blanco y negro- o los movimientos, que buscan se asemejen a los de una película muda.

El trabajo de investigación y creación que lleva a cabo la compañía es extremadamente minucioso y está centrado en el detalle: pueden trabajar durante dos meses para perfilar una secuencia que no llega ni a los cinco minutos. "Manipulamos el títere entre dos y eso nos obliga a coordinar nuestros gestos y a hacer un trabajo que recuerda la composición fotograma a fotograma de la animación. Pero, además, al mismo tiempo que estamos moviendo el títere nosotros también estamos bailando, así que todavía es todo más complicado", apunta Putxa. Y concluye: "Mo entendemos la dificultad como un problema; al contrario, la disfrutamos. Somos unos enfermos de nuestro trabajo". Ahora, antes de emprender una amplia gira por Europa y coincidiendo con las representaciones en el circuito Barcelona Districte, ya están ensayando el que será su nuevo espectáculo, que estrenarán de aquí en un año.

Compartir