En la isla de Vanuatu todo el mundo tiene voz. Todo el mundo toma la palabra. Todo el mundo dice lo que piensa. Todo el mundo piensa lo que dice. Y todo el mundo se emociona: cada vez que dice lo que piensa, cada vez que los otros lo dicen y él los escucha.

En la isla de Vanuatu se puede hablar. Y escuchar. Y pensar. Y estremecerse cada vez que alguien te mira a los ojos, cada vez que miras a los ojos de alguien. Porque los habitantes de la isla de Vanuatu han descubierto que pueden mirarse a los ojos. Que hay que hacerlo. Que tienen que hacerlo. Que es necesario.

En la isla de Vanuatu unos y otros se encuentran. Y juntos, avanzan. Porque los Encreuaments a Vanuatu sólo lo son si mirar hacia delante.

-Yo creo en los poderes. En el poder de hacer lo que queramos, cuando queramos y como queramos. Y conseguir todo lo que queramos.
-Pues yo creo en ti.
-Y yo, en ti.
-Y yo, en mí
-Doncs jo crec en les segones oportunitats. I en les terceres. I en les infinites. Tantes com l'univers sencer. Perquè la vida és un continu aprenentatge.

Las palabras que se dicen en Vanuatu están llenas de sentido y de significados. Llenan el escenario y se quedan en la memoria de quien las escucha como si pertenecieran a un sueño del que, cuando despiertas, sólo recordarás algunas frases, algunas escenas, algunos fragmentos... Pero, a pesar de que esa fragmentación te obligue a emprender continuamente caminos de ida y vuelta que no siempre tienen final, sabes que los fragmentos que han sobrevivido y que, ya despierto, recuerdas están tan llenos de verdad como sólo pueden estarlo los sueños.

La dramaturga Lali Álvarez, el director Jorge-Yamam Serrano, la potente compañía de actores -tanto los procedentes de la Fundación Joia, que se dedica a la inclusión de personas con enfermedades mentales, como los de la compañía Els Malnascuts-, y los artistas de Hangar y La Escocesa han construido un universo en el que vale la pena vivir, una isla en que sólo importa lo que de verdad somos y sentimos. Y su trabajo fue saludado con una gran ovación en la noche del estreno de estos Encreuaments a Vanuatu, el espectáculo que se ha construido, a fuego lento, durante meses, en el laboratorio Encreuaments en el marco del proyecto ART i PART.