Para explicar que explicas mentiras se necesita mucha verdad. Sobre todo cuando las mentiras son mentiras porque tienes miedo de decir la verdad: miedo a ser diferente, miedo a no estar a la altura, miedo a no ser tanto como la vecina dice que es... Y así son las mentiras que se pronuncian cuando uno no quiere admitir que no ha disfrutado del sexo, que no ha llegado al placer, que no ha sentido aquello que todo el mundo dice que siente, que todo el mundo describe como el más grande de los placeres, como la cumbre del éxtasis. Sí, para admitir que eres diferente, que no eres la mujerona que presumes ser, es necesaria mucha verdad. Tanta como encontramos en el texto de Marta Aran, tanta como destila la interpretación de Lara Salvador.

Els dies mentits, el texto que autora (y también directora) y actriz defienden, un texto que ganó un merecidísimo premio Max, se estrenó en el circuito del Barcelona Districte Cultural en el escenario del Casinet de Hostafrancs, con unas preguntas lanzadas por la actriz desde la platea que aunque parecen fáciles no lo son tanto: "¿Cuál es la mentira más grande que te han dicho?" es la primera y todavía uno encuentra tópicos donde agarrarse para poder contestarla; "¿cuál es la mentira más grande que tú has dicho?" es la segunda y esta ya es más difícil porque exige una verdad. Y esto, verdad, es lo que ofrece Lara Salvador durante una hora desde el escenario: su verdad diciendo mentiras y las mentiras que ya no quiere volver a decir cuando encuentra la verdad.

Y sí, Els dies mentits habla de sexo, de falta de sexo, del placer del sexo y de la angustia que causa no disfrutar de este placer, pero habla también de más cosas, porque son muchas las mentiras que callamos y destaparlas y enseñar la verdad, enseñarse uno tal como es, es uno de los retos más grandes con el que todos nos enfrentamos.