Si el público hubiera cerrado los ojos, podría haber pensado que estaba en un bar de carretera de la Ruta 66. Podría haber supuesto que los cinco músicos que pisaban el escenario acababan de aparcar su Cadillac, o su Pontiac, un descapotable seguro, después de una charla demasiado acalorada con el sheriff sobre los límites de velocidad; que se habían pedido un bourbon; que habían cogido sus guitarras y se habían puesto a tocar... Sentimiento en estado puro... Música hecha con el corazón... Rock, más o menos contundente, más o menos rápido, más o menos blues, aflamencado incluso en una canción que recordaba a Triana... pero rock y otras músicas de las que se podían escuchar y disfrutar en un bar de carretera de los EE.UU. hace ya unas cuántas décadas.

Pero no, Ni estábamos en un bar de carretera, ni en la Ruta 66, ni en los EE.UU.. Al contrario, en medio de Barcelona, donde el Eixample y el Poble-sec se encuentran, en el Centre Cívic Cotxeres Borrell. Y quien había subido al escenario eran cinco músicos de aquí que han hecho suya la música de allá, que la defienden desde hace más de una década y que les ha hecho ganar premios tan prestigiosos como el European Blues Challenge. Y estaban en el escenario para presentar los temas de su sexto y último trabajo discográfico, Heart and guts (Corazón y agallas).

La banda de Jonathan Herrero aprovechó el formato íntimo del primero de sus cuatro conciertos en el circuito del Barcelona Districte Cultural para hacer una elecciónde temas diferente a la habitual en sus directos y recuperar junto con las canciones más conocidas aquellas que no acostumbran a tocar sobre los escenarios. Nana del Olvido, Miss Palmer, Y don't know what blues is, Less leather, more rock and roll o Schadenfreude fueron algunos de los temas que fueron presentando ante un público cada vez más y más entregado.

"Estoy cansado de discutir y de escucharte decidiendo quién o qué pertenece a esto o a aquello. Hablamos de un sentimiento. No puedes poseer un sentimiento", es más o menos lo que dicen cuando cantan I don't know what blues is. Y, el público puede dar fe de que pese a no estar en un bar de carretera de la Ruta 66,el rock, el blues y el sentimiento estuvieron muy presentes.