Van llegando con calma y ganas a los jardines Rubió y Lluch, un pequeño oasis situado en el patio del antiguo Hospital de la Santa Creu y la Casa de Convalescència. Junto a unos tableros gigantes que esperan que alguien cante el jaque mate al rey, mientras unos perros juegan al escondite con sus colas, buscan el cobijo de una sombra para hablar de la luz. Son el grupo que, desde hace semanas, prepara la performance-instalación Lluernes d'hivern, a l'estiu, una parte del proyecte ART i PART Raval que empezó durante la encendida de las luces de Navidad del pasado mes de noviembre y acabará el próximo noviembre, cuando las luces se vuelvan a encender.

Bajo la dirección artística de Stefano d'Argenio, de INCA Cataluña, y dirección técnica de Tot Raval, desde hace semanas el grupo se reúne, de martes en martes (y también algunos miércoles), para trabajar sobre las ideas, el mensaje y la forma que tienen que tener estos Lluernes d'hivern, a l'estiu, que se podrán descubrir durante la fiesta mayor del barrio (la noche del 13 de julio, en los jardines). "Todas hemos aportado, porque para llegar a saber qué teníamos que explicar empezamos hablando sobre nosotros como individuos, como grupo y después sobre el barrio del Raval", explican dos de las participantes, Glòria Navarro e Isabel Magdaleno, las dos vecinas de Sant Antoni en la frontera con el Raval y las dos interesadas en las creaciones a partir de procesos comunitarios: es la primera experiencia de Gloria pero Isabel ya había colaborado con Barris en Dansa.

"Emotivo", describe Glòria el proceso de trabajo hecho hasta ahora; "respetuoso con las ideas de todo el mundo", añade Isabel; "interesante", coinciden las dos. Gloria, que es guía turística de profesión, ha partido de esta experiencia para construir una parte de la historia que podremos conocer el 13 de julio: hablará de "la crisis que afecta el turismo a raíz de la sobreexplotación y la invasión de los territorios" e inventará un camino "que dará luz" sobre un lugar mejor donde las cosas pueden funcionar de otro manera. Isabel ha buceado en su pasado hasta encontrar a alguien que conoció hace unos años: un travestido que regentaba una tienda de discos y programas de mano en el barrio, "un ejemplo del poder acogedor del Raval que nunca juzga a sus habitantes", dice.

Muy diferentes son los caminos que ha explorado durante este laboratorio otra de las participantes, Anna de Blas, que ya había trabajado antes en otro de los espectáculos comunitarios dirigidos por INCA Cataluña, Sal del Raval, y ha querido repetir experiencia. Dice Anna que lo que ha intentado es "encontrar explicación a las incógnitas que hay que resolver para entender qué hay más allá del cielo". Y ¿donde dice haber encontrado las respuestas? En la luz, al sonido y las palabras. Porque durante la instalación ella jugará con los visitantes y las palabras a través de un tipo de slam poético e interactivo que beberá de muchos de los idiomas que habitan el Arrabal.

En los jardines Rubió y Lluch, al cobijo de una sombra, el grupo sigue hablando de la luz. Cargan de energía as Lluernes que se encenderán el 13 de julio.