"Somos autónomos y fue el sentido del humor lo que nos hizo no enloquecer"
Ser autónomo no es fácil. Y prácticamente todo el mundo lo sabe. Pero no está nada mal que alguien nos lo recuerde. Sobre todo si es cantando. Sobre todo si es con humor. Esto es lo que hacen tres emprendedores -los actores Àlex Martínez Vidal y Andreu Rami, y el músico Joan Berenguer reunidos en la compañía Versión Definitiva- en este espectáculo que, con humor, les llevará a dar más de un do de pecho. O eso es el que nos explica Andreu.
¿Por qué decidisteis que los autónomos se merecían un musical?
Lester, el personaje de la película Delitos y faltas de Woody Allen, dice que la comedia es el resultado de la tragedia más el tiempo. Pues bien, ser autónomo en este país es una tragedia... Es una carrera llena de obstáculos que ofrece un material fantástico para conseguir la risa. Y en él se puede reconocer muchísima gente. Más de un 30% de la población catalana trabaja por cuenta propia, así que somos muchos los que pasamos o hemos pasado por el desafío de intentar que nuestros negocios salgan adelante, y hemos tenido que luchar contra burocracia, crisis económicas cíclicas, gestores ineptos, o la propia incapacidad de hacer marchar la empresa.
¿Lo que explicáis está basado en hechos reales (propios o de amistades)?
Los dos somos autónomos en la vida real, y socios del proyecto Teatrebarcelona.com y Teatromadrid.com. Compartimos muchas horas de oficina juntos, mesa con mesa, y una misma gestora (Maricarmen, te queremos!). El sentido del humor nos hizo no enloquecer intentando entender lo del VAT, el TETA el RETA o el IVA trimestral, y nos dimos cuenta de que la odisea que vivímos los autónomos para llegar a final de mes era carne de cañón para una gran aventura musical. Nosotros somos autónomos por convicción: adoramos generar nuestros propios proyectos, tener libertad creativa y horaria y que el éxito dependa del trabajo que hacemos. Pero a la vez, siempre estamos a punto de perderlo todo. Así que todo lo que sale en el musical está basado en hechos reales, por suerte y por desgracia.
¿Cómo fue el proceso de escritura del texto y de la composición musical?
Queríamos crear una historia que, a pesar de dejar patente que ser autónomo en España es una tortura, fuera muy divertida y optimista. Partimos de la historia de dos amigos que trabajan juntos en una gran empresa y a quienes despiden a la vez, y seguimos la estructura clásica de comedia, donde un protagonista va superando pruebas para intentar conseguir su objetivo. Teníamos tan claro de qué teníamos que hablar, que las canciones no tardaban ni una tarde en quedar resueltas. Fue un proceso cooperativo muy fácil y mágico: uno aportaba un verso, el otro ponía una melodía. Justo es decir que nos hemos hecho la obra a medida, como la alta costura, perfecta para acentuar la comicidad de los actores y de Joan Berenguer, el pianista y compositor de las melodías, que también interviene en la obra y regala algunos de los momentos más hilarantes. Cuando tuvimos el texto y las canciones ajustadas creamos un 'Consejo de Sabios del Humor' con algunos de los mejores guionistas de comedia del país, que nos ayudaron a poner chistes donde no los había. Gracias a las aportaciones de Tomàs Fuentes, Ignasi Taltavull, en David Martos, Elisenda Carod o Eugènia González, el público no para de reír prácticamente en ningún momento.
¿El secreto del éxito de Autònomos es reír de un mal que sufrimos muchos?
Absolutamente. Por eso queremos agradecer especialmente al sistema económico y al Ministerio de Hacienda y Trabajo su incalculable aportación a la creación y éxito del musical. Gracias de verdad, sin vosotros no sería posible.
Ya lleváis cinco años con este espectáculo, ¿lo habéis modificado durante este tiempo? ¿Ha crecido de alguna manera?
El musical no ha parado de mejorar. Cada semana, sin falta, actualizamos chistes y pulimos la comedia para que sea redonda. Es muy importante escuchar al público cada función, porque una cosa que hacía gracia hace cinco años, o la semana anterior, puede quedar desfasadíssima de golpe. La sociedad está en permanente cambio y no podemos obviarlo. Ahora, por ejemplo, como sociedad tenemos una conciencia e implicación para erradicar las desigualdades raciales y de género que no teníamos en el 2015, y esto se tiene que trasladar al escenario. Forma parte de la tradición teatral adaptar los montajes a sus tiempos: también lo hacían Molière o Shakespeare. Los textos que nos han llegado de sus obras son el fruto de muchos años de representación, perfeccionamiento y de tomar el pulso al mundo en el que vivían.
¿Ya tenéis pensada una segunda parte o trabajáis en algún nuevo proyecto?
Siempre nos preguntan si haremos Funcionarios. El Musical, como secuela, pero el éxito de Autónomos nos sorprendió tanto que hemos tenido que concentrar todas las fuerzas en seguir haciéndolo crecer. Ahora planteamos una gira y la estancia a Madrid que tuvimos que parar con el inicio de la pandemia, y guardamos tiempo para abordar un nuevo montaje que evolucione el lenguaje que hemos encontrado con en Joan y Àlex. Esta mezcla entre stand up comedy, teatro, música y audiovisual que tanto ha gustado al público, todavía nos regalará muchas alegrías.