"No sabéis lo incómodo que es cantar con un condón puesto en el micrófono", explica Enma Fernández sobre el escenario, acodado entre sus dos pianos, acompañado por los seis músicos de su banda: guitarras, contrabajo, saxofón, batería y percusión. ¿Incómodo?  Quizás lo sea, es cierto, porque cantarle a un micro enfundado en un condón es como poco curioso (tanto como tener a tu compañero de concierto a metro y medio o ver mascarillas por todas partes). ¿Incomodo? Quizás, pero nadie diría que Enma Fernández pudiera sentirse incómodo por cómo sonaban sus dos pianos, sus seis músicos, su música... Rock, swing, mambo, blues... Lenta a veces, endiabladamente rápida, otras; música con sabor a Memphis y a New Orleans... Temas que en su mayor parte integran su disco Hey Chico!!, el que estaba presentando en los escenarios del Barcelona Districte Cultural cuando se declaró la pandemia y el que vuelve a presentar ahora que el circuito está reprogramando sus actuaciones. ¿La primera? En el patio del Centre Cívic Albareda, con una brisa dulce y una vecina, en lo alto, asomada a su ventana dando palmas y moviendo caderas. A ella Enma le dedico una canción. Y también tuvo palabras para quienes decidieron convertir, desde el principio del concierto, un extremo del patio en pista de baile improvisada.

Una pista de baile que fue creciendo como una mancha de aceite y que se extendió por todo el patio del Albareda. Pero ¿cómo mantenerse en la butaca cuando el ritmo sobre el escenario es cada vez más y más frenético? "Quien me lo hubiera dicho cuando compuse esta canción? ¿Quién me hubiera dicho que la interpretaría después de una pandemia para pedirle a la gente que se pusiera en pie, a bailar?", confesó Enma antes de lanzarse a cantar su Wake up (Levántate): "If you want a party, wake up". Y los pocos que quedaban en sus butacas, se alzaron. Y bailaron. Y la noche fue una fiesta. Una fiesta que acabó con aquel Shake, baby, shake en el que Enma se asemejó, más que nunca, a Jerry Lee Lewis