Barcelona Cultura

El circuito cultural en los barrios de todos los distritos de Barcelona. Entrada gratuita

Próxima temporada otoño 2024

"Nos creemos que tenerlo fácil es sinónimo de vivir mejor”

26/02/2021
Teatro
Campi Qui Pugui explica una historia de superación y de esperanza en ‘Camí a l’escola’

Se emocionaron, se dejaron llevar e hicieron su sueño realidad: explicar desde los escenarios la historia de superación y de esperanza que habían conocido a través de un documental,  de Pascal Plisson (premio César al mejor documental en 2014). El documental está construido a través de las vivencias de niños de diferentes lugares del planeta que tienen que hacer cada día un largo camino, plegado de peligros y dificultades, para llegar a la escuela y poder recibir los conocimientos que les permitirán aspirar a acceder a un mundo mejor.

¿Por qué decidisteis que queríais llevar el documental al escenario?
En 2015 fuimos al cine a ver el documental. Al acabar nos miramos en silencio, las historias de aquellas niñas y niños nos habían hablado directamente y decidimos que queríamos participar en transmitir lo que nos había hecho sentir a nosotros: la vida se tiene que aprovechar al máximo. Las personas que hemos nacido con más privilegios abusamos demasiado de menudo de la queja. A veces olvidamos la suerte que tenemos y a veces nos creemos que tenerlo fácil es sinónimo de vivir mejor. Tenemos mejores condiciones, pero ¿aprovechamos bastante la vida? Las historias de los niños del documental eran una muestra de superación pero, sobre todo, de vitalidad. Quisimos hacer de altavoz a través de aquello que más nos gusta y que es nuestra profesión: el teatro.

¿Y cómo pensasteis hacerlo posible?
El reto era complicado: el documental es una pieza audiovisual con unos paisajes agobiantes, con mucha belleza, y donde se puede ver la dimensión del camino que hacen los niños, tan pequeños y con tanta fuerza, en un viaje tan inmenso. Traspasar esta sensación al teatro era lo más complejo, pero suponía un reto alentador. Y ¿porque hacer una obra de teatro si ya existe el documental? Pues por el afán de compartir aquello que te emociona con los otros. Y hacerlo en directo, vico, con esta experiencia de "piel con piel" que hace del teatro algo tan único. Por otro lado, hay muchos niños en todo el mundo que todavía luchan para llegar a la escuela o a quien no se los permite, sobre todo niñas; hasta que esto no cambie nunca habrá bastantes historias que compartan su lucha.

¿Habéis mantenido contacto con el Pascal  Plisson para la adaptación?
Hemos estado con contacto con la productora del documental Winds Films, que a la vez son los responsables de la asociación Sur *le Chemin de la Ecole ( surlechemindelecole.org ) que tiene la voluntad de apoyar a los niños del documental y posterior serie, sus comunidades y territorios, para facilitar el acceso a la educación.
La idea de que hiciéramos un espectáculo inspirado en su documental les creó mucha curiosidad. Que naciera un proyecto teatral con la voluntad de dar más cobertura a la situación de los niños, fue recibido como una buena noticia. Fue un momento muy emocionante el que vivimos en París, en una reunión presencial. Gracias a este contacto, nos dieron una visión más amplia y fue muy enriquecedor para nosotros.

¿Cómo ha sido el proceso de adaptación? ¿Por qué decidisteis resumir todas las historias en una y cómo la definisteis?
Representar una de las historias del documental no habría tenido sentido. Ya existe el documental, con los testimonios reales de los niños protagonistas, que tienen un valor incalculable. ¿Qué podríamos tener de especial nosotros explicando su historia? Nos pareció que tenía más sentido compartir la esencia del viaje que miles de niñas y niños hacen cada día en todo el mundo para llegar a la escuela. Hemos querido hacer un espectáculo inspirado en las historias que nos han regalado en el documental y la serie, y crear algo que sea de todas y, a la vez, de nadie en concreto. No tenía sentido adaptar una historia real, por eso decidimos construir una historia universal con la magia de los recursos del teatro.
Las tres protagonistas de nuestro espectáculo son tres hermanas que viven en un lugar cualquiera, que no hablan ningún idioma real, pero los hablan todos a la vez; las tres hermanas son la representación de todas las niñas del mundo que luchan cada día de manera autónoma para llegar por ellas mismas en la escuela o acceder a la educación. El paso de una niña cualquiera que se enfrenta a las barreras cada día es el paso de todas las niñas del mundo. Y es importante para todas las personas de cualquier edad y género.
A partir de esta idea empezamos a construir, a base de horas y horas de improvisaciones: poníamos a las tres actrices en entornos y situaciones diferentes con la premisa de "somos tres hermanas y tenemos que llegar a la escuela". El resto del equipo nos ayudaba a poner los obstáculos, y las tres hermanas los tenían que superar. Y así fuimos construyendo momentos, escenas.
Ha sido un proceso largo: 3 años de creación entre producción previa, trabajo de mesa para generar material (dramaturgia, personajes, valores...) y trabajo con los materiales físicos (escenografía, vestuario, música, iluminación...), ensayos de creación y ensayos finales. Todo con la participación activa de todo el equipo en todas las fases. Ha sido una creación colectiva donde se diseñaba todo a base de pruebas y horas de creación llevadas a la práctica.

¿Habéis construido la dramaturgia más pensando en un público infantil que en un público adulto? ¿O en ambos?
El espectáculo se inspira en las vivencias de niñas y niños reales, que comparten muchas cosas con los niños que vienen de público y tienen mucho a enseñar o recordar a los adultos. El teatro no se crea de manera diferente cuando se piensa para una edad u otra, es teatro. Se buscan los recursos que alimenten la historia. Que la dramaturgia aproveche todos los lenguajes de manera coherente para generar una aventura que te interese como público, sin importar tu edad. Según la edad del espectador le atraparán más unos momentos u otros.
Lo único que estaba definido de entrada es que no era un espectáculo para primera infancia. Por el tipo de elecciones en el lenguaje artístico, y para poder empatizar con la situación que se muestra, se recomienda tener como mínimo 5 años.

¿Cómo elegisteis el equipo que habéis querido que os acompañe en esta experiencia: Rosa Díaz, Pascal Gaigne...?
Teníamos muy claro que un proyecto de este estilo requería mucha sensibilidad, emocional y artística. Y desde el primer momento, aquel día del año 2015 en el cine, sabíamos que este espectáculo lo tenía que dirigir Rosa Díaz de La Rous Teatro. Esperamos a tener suficiente madurez como compañía para hacerle la propuesta y se tiró de cabeza. "Tendría que deciros que no, por cuestiones de calendario. Pero os digo que sí!" nos dijo ¡Rosa, y de hecho adaptamos el calendario para poderlo hacer realidad.
Después llegó Pascal Gaigne. Es un compositor de bandas sonoras para teatro y cine que son cautivadoras y que miman cada escena. Nos parecía muy ambicioso, es un músico y compositor frecuente de premios de cine que ganó incluso un Goya a la mejor banda sonora en 2018 por Handia. Pero si no lo pruebas, nunca sabes qué pasará, y como mucho si te dicen que "no" te quedarás como estabas. ¡Y nos dijo que "sí"!
Joan Pena es el escenógrafo de la compañía, hemos trabajado con él desde el inicio de Campi Qui Pugui y es parte imprescindible. Siempre presente desde la semilla, desde la chispa de las ideas, Joan dibuja y enriquece todo lo que soñamos. Hablábamos de círculos vitales, del viaje, de cómo esta historia se repite cada día aunque el público no lo vea, que cuando lleguen a la escuela después tendrán que volver en un círculo infinito... y él, mientras hablaba, dibujaba. Y de los círculos, del infinito que había dibujado al papel, surgió toda la idea de la puesta en escena.
El vestuario ha sido diseñado y confeccionado por Rosa Solé, figurinista que había trabajado para muchas compañías que admiramos. Trabajar con ella fue un descubrimiento mutuo y un mundo lleno de entusiasmo.
Jordi Farrés, de la compañía Farrés Brothers, llegó para acompañarnos en el proceso, como agitador creativo. Nos planteaba preguntas, trabajábamos alrededor de ideas, anotábamos todo lo que nos inspiraba y le buscábamos sentido al proyecto. Su función en la creación no es una tarea habitual o fácilmente clasificable, pero ha sido indispensable para salir de nuestro círculo de confort. Sabíamos que nos queríamos mezclar con él y su imaginario.
Todas juntas creamos un equipo que estaba entusiasmado con el proyecto y nos sentimos muy afortunados. La lista es larga: Marc Espinosa, Pilar Espada, Miki Arbizu, Jordi Pedrós, Cristina Garcia, Aitana Giralt, Alícia Buil, Marc Cartanyà, Erik Varea, Sofia Colominas, Goretti Herrero, Diego Caicedo y muchas profesionales más. Ha sido un camino fantástico y tenemos muchas ganas de compartirlo!

Compartir