"Lo que queremos realmente es que el tema vuelva a ponerse encima la mesa y que el debate salga de las paredes de los teatros".
- ¿Cuál es el origen de Alhayat o la suma de los días? ¿Cómo decidisteis llevar esta obra al teatro?
Alhayat o la suma de los días surge después de que parte del equipo artístico de la obra(Laia Foguet: codramatúrgia, Aura Foguet: codramatúrgia y dirección, Mandar Taljo: actriz y Georgina Latre: actriz) fuéramos a Grecia en los campos de refugiados como voluntarias. Un tiempo después de haber vuelto, pensamos que era un tema del cual se había hablado mucho en su momento (2016) pero que ahora, ni los medios hablaban. Que como responsables de esto no podíamos olvidarnos.
- ¿Con qué objetivo mostráis esta obra al público? ¿Definiríais esta obra como necesaria?
Una de las cosas que nos sorprendía más de todo esto es que se habla mucho del largo viaje que hacen estas personas a través del Mar Mediterráneo para llegar a Europa, la tierra promesa. Pero no se habla nada del que pasa después. No se habla de que quiere decir llegar a Europa realmente, que quiere decir llegar a los campos de refugiados. No tenemos un imaginario colectivo de cómo son estos espacios, no sabemos como se vive ni como se pasan los días, allá. Por eso creemos que era importando llevarlo a escena. El término "teatro necesario" no nos entusiasma y no creemos que un tipo de teatro sea más necesario que el otro. Quién define si es necesario es quien mira, y por unas personas un teatro será más necesario que otro. O lo que es el mismo, lo apelará más o menos.
- Alhayat o la suma de los días ha sido reconocida por crítica y público desde su estreno el enero del 2020. ¿Hay alguna crítica anónima o no que os haya marcado especialmente?
Honestamente, a nosotros el que nos ponía más nerviosas era saber como lo recibiría el público. Sobre todo aquel público más sensibilizado con la temática, y todavía más, como lo recibiría aquella gente que lo ha vivido en sus propias carnes. Nos daba miedo caer en el melodrama, en la pornografía emocional, en el paternalismo, etc. Por suerte, la respuesta fue buenísima. Si tenemos que remarcar alguna crítica, tienen que ser las que nos hicieron desde Novaveu (recomana.cat), puesto que son quienes nos dieron el premio de la Crítica.
- En la obra se habla indistintamente catalán, inglés y árabe, ¿por qué motivo decidisteis hacerlo de este modo?, ¿cómo habéis conseguido que esto no resulte un problema de comprensión?
Uno de nuestros objetivos era llevar al público en un campo de refugiados durante la hora y veinte minutos que dura la obra. En un campo de refugiados se hablan muchas y muchas lenguas, pero, al fin y al cabo, todo el mundo se acaba entendiendo. Los mensajes llegan, aunque hables llengues diferentes. Es cómo cuando dos niños de orígenes y lenguas diferentes se ponen a jugar juntos: se entienden aunque no hablen la misma lengua. Y esto era el que queríamos explicar con la obra. Que si lo quieres, te acabas entendiendo. Y esto puede traspasarse a la incomunicación y la desconexión de la Unión Europea con todo este asunto.
Durante toda la obra se habla catalán, inglés y árabe. Y no te pierdes información relevante en ningún momento porque hay traducciones al catalán al instante o poco después. Y también entra dentro del juego que decíamos hace un momento el hecho de no entenderlo absolutamente todo: cuando eras en un campo de refugiados no lo entendías absolutamente todo (ya fueras persona refugiada o voluntaria), pero la idea general lo entendías y la comprensión se consigue. Y finalmente, el importante es esto.
- ¿Cómo compañía, qué papel creéis que puede tener el teatro tratando temáticas tan necesarias como la que trata esta obra? ¿Consideráis que es una buena manera de que el público sea consciente de ciertas realidades?
Como sociedad estamos muy acostumbradas a mirar las noticias a la tele y cambiamos de canal ante todo aquello que nos incomoda o no nos interesa. O ahora, con el smartphone, podemos hacer scroll y olvidarnos en el momento. Decidir no leerlo directamente, porque nos incomoda. Llevar estas cuestiones a las salas de teatro creemos que es fundamental para empatizar. Te obliga a cerrarte dentro de una sala con unos personajes que han vivido todo esto y a mirarlos en los ojos mientras te lo explican. Dejan de ser cifras en abstracto, son personajes a los cuales los han pasado cosas terribles y muy concretas. Y llegar a empatizar y emocionarte con ellas es mucho más fácil que hacerlo con cifras; y la reflexión vendrá si esto te toca y te modifica y te apela. Si no, no. Si sales del teatro removido emocionalmente, es más probable que quieras/necesites hablar. Y al fin y al cabo, el que volamos realmente es que el tema vuelva a ponerse encima la mesa y que el debate salga de las paredes de los teatros.
- Esta obra supone el debut de La Viciosa, ¿los próximos montajes serán también inspiradas en hechos reales?
Nuestro próximo espectáculo Quien no se atreve a temblar. se estrena en mayo del 2022 en el Teatro Maldà después de ser seleccionado a través de la convocatoria "On el teatre batega" de los Teatros de Proximidad. El espectáculo habla de la herencia de los traumas y como estos pueden pasarse generación detrás generación. En concreto, habla de como el trauma de haber sufrido abusos infantiles intrafamiliares puede atravesar generaciones posteriores. Como los patrones se repiten y configuran las personas. Habla de los silencios, de dinámicas muy "chungas" escondidas dentro de los ecosistemas familiares, entre otros. Creemos que en más o menos medida cualquier familia estará representada y, por lo tanto, muchas personas se sentirán interpeladas. Por lo tanto, también nuestras familias y nosotros mismas, sí.