1. Por qué habéis decidido recuperar a la figura de Villarrosa? 

Oriol Genís hace décadas que conoce el arte destartalado de Andrés Villarrosa y que sigue de cerca su desafortunada carrera. Desde hace años que ha intentado ayudarlo buscándole bolos por todas partes, desde que se conocieron en los años ochenta, en los quince días en que Andrés actuó en la mítica Bodega Bohemia. Por eso, podríamos considerar que es su mànager. Fue Oriol que se puso en contacto con el dramaturgo y director Marc Rosich y con el director musical Óscar Machancoses para montarle este espectáculo. Al principio, Andrés estaba muy reticente, pero finalmente y después de insistir mucho, se dejó dirigir. Tampoco sirvió de mucho, esto de dirigirlo, porque después cuando sale a actuar hace lo que quiere y nunca lo que desde dirección se ha marcado. No se puede hacer nada, en el fondo, a pesar de que el repertorio que cante parezca retrógrado, él es una alma anárquica. 

2. El espectáculo, es pues, un tipo de homenaje?

El espectáculo está montado alrededor de su figura y de su dudoso charm en directo. Otra cosa es si se acaba presentando. Lleva muy mal esto de hacer funciones, a pesar de los esfuerzos de Oriol Genís porque sea puntual. En alguna función no se ha presentado... o se ha presentado demasiado tarde... y entonces a Oriol Genís le toca entretener el público. Pero tanto si aparece como si no aparece, el público siempre sale contento.  

3. Habéis tenido que hacer mucha investigación para conseguir el repertorio de Villarrosa?

Oriol Genís, a lo largo de estos años, ha ido recopilando muy material gráfico y audiovisual de Andrés... incluso una entrevista que les hicieron a los dos a los ochenta en un programa de la TVE2. Pero, sobre todo, Oriol ha conseguido salvaguardar unas joyas: las bandas instrumentales, las grabaciones de radiocassette sobre las cuales cantaba Andrés Villarrosa a las primeras actuaciones que hizo. Así podremos disfrutar en su forma original de algunos de los temas de su repertorio mítico, como por ejemplo Mambo Caracoles, Vaya chófer, La canción del guau, Cuando vuelvas de la guerra, entre otros títulos delirantes. Por suerte, Oriol Genís ha podido digitalizar estos cassettes ante el peligro que se perdieran entre el diògenes que tiene montado Andrés en su piso de alquiler.