El próximo 9 de febrero empieza una nueva programación del BDC que incluye en esta ocasión una decena de propuestas representativas de diferentes disciplinas del circo. La primera semana del circuito ya podréis disfrutar de las acrobacias de de Circ Pistolet con Potser no hi ha final y en marzo encontraréis el humor, los malabares y las acrobacias de estructuras basculantes de la compañía Mortelo&Manzani con su espectáculo Fili Busters. Más malabares, en esta ocasión a ritmo de swing y de la mano de Ramiro Vergaz, que presentará en abril White Bottom, un show elegante, extravagante y con mucho humor.

¡Pero hay más! Como las ilusiones con cuerdas que crea el Señor StetS en su Cuerdo o el humor de dos propuestas: la del espectáculo de calle La inauguració, que presentará la compañía Las Kakofónicas, y la de Le Voyage, de JAM, una obra pensada para sacudir y emocionar al mismo tiempo que hacer reir.

En el BDC encontraréis también piezas que mezclan el circo con disciplinas como la danza o el teatro. Por ejemplo, Inmunda de la Compañía Janika, Toca Toc de la compañía PakiPaya o Italino Grand Hotel, de la compañía La Tal que presenta un circo destinado al público familiar como también hacen la compañía Sifó en Sabates Vermelles, su adaptación teatral del cuento de H.C. Andersen.

Danza: expresión y comunicación en movimiento

La 13 edición del Barcelona Distrito Cultura ofrece seis espectáculos de danza: US, de The Jokerz Company, un espectáculo de krump, el enérgico estilo de danza urbana que en los noventa contrarrestó la ira, la agresividad y la frustración que se vivía en las calles de Los Angeles, donde nació. Shalott, de la compañía Guillem Batlle y Vlad Ion, mezcla la danza con las acrobacias y el humor para hablarnos del carácter finito de las cosas i de ideas abstractas como el paso del tiempo.

Brodas Bros recupera en La Quela el repertorio musical infantil de tradición oral a través de la experimentación con lenguajes escénicos como la danza contemporánea y el hip hop. Unaiuna nos presenta un viaje sensorial, desinhibido y nihilista en Hacemos como que bailamos mientras que Carmen Muñoz reivindica en su Bailes de histéricas la expresión y el arte de mujeres como Carmen Mora, Manuela Vargas o La Chana.