Rebomboris, o lo que es lo mismo, revueltas o motines... Rebomboris que protagonizaron mujeres. Mujeres que no tenían dinero en el bolsillo o pan para llevar a la mesa, mujeres que se alzaron porque no podían cuidar de su familia. Mujeres que, unidas, conseguían ser fuertes. Y ganar. Y cambiar el mundo.

Aquellos Rebomboris todavía hoy se escuchan. De aquellos Rebomboris nos llega todavía hoy el eco. Y aquellos Rebomboris son ahora el motor de una creación comunitaria, bautizada como Rebomboris, que -enmarcada en el proyecto ART i PART en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina y La Ribera- se podrá ver en el Espacio Francesca Bonnemaison (los días 26 y 27 de julio), dentro de la programación del Antic Teatre en el Festival Grec.

Rebomboris es fruto de muchos meses de trabajo a través de diferentes talleres (en los que también han participado Tudanzas, Sindillar/Sinhogar y Mescladís), que han culminado en un proceso de creación liderado por Marta Galán y Marta Vergonyós. "Ha sido un proceso muy participativo, sin ninguna jerarquía, con una autoría muy transversal", nos explica Marta Galán una creación interdisciplinaria (en la que conviven el texto, el movimiento, los audiovisuales y las artes plásticas) que se articula en cuatro escenas y tres rebomboris, tres interludios sonoros protagonizados por la voz, la percusión y algunos elementos previamente grabados.

Cada una de las cuatro partes que articula la creación desarrolla una de las líneas de trabajo sobre la temática de cuidados y mujeres que el equipo ha explorado a lo largo de los últimos meses: la vertiente histórica, que han trabajado con la historiadora Isabel Segura; la relación entre cuidados y amor, en la que ha colaborado la también historiadora Milagros Rivera; otra sobre la relación entre cuidados y salud y las patologías vinculadas a las mujeres, elaborada con la médica Carme Valls; y una última, trabajada con Maria Jesús Izquierdo, que explora la relación entre los cuidados y la economía y los motivos por los que el capitalismo no entiende las curas como una parte de la economía, hecho que provoca una precarización de quien trabaja en este ámbito, que acostumbra a ser mujer y muchas veces migrante.

Una veintena de vecinos en el escenario y una decena más abajo, encargados de cuestiones técnicas y de asesoría: el equipo de este Rebomboris es amplio y diverso porque reúne mujeres -y también algunos hombres- de un amplio abanico de edades y de procedencias geográficas muy diversas. Un equipo que ha aportado a lo largo de estos meses de trabajo en común notas autobiográficas y anécdotas y también muchas horas de convivencia. "Las vecinas que participan no pueden vivir este proceso con presión sino con alegría", nos explica Marta Galán, quienes apunta "alegría y verdad" como dos de los valores que encontrará sobre el escenario quien se acerque a conocer estos Rebomboris: "Podrán asistir a un momento compartido de vida y ser partícipes de la magia que se ha producido", añade Marta Galán, quien destaca la importancia de que muchas de las mujeres que participan en este espectáculo formen parte de proyectos de creación de largo recorrido con elAntic Teatre o con la Bonne. "Es importante que los proyectos tengan continuidad y que no exista una instrumentalización", concluye Galán.