Quieren encontrar aquello que les une, los caminos que les acercan, los puntos de contacto ... Buscan poner las cruces en el mapa de sus vidas. Marcar las encrucijadas de sus historias. Porque cuando las tengan, cuando las hayan encontrado, podrán escribir el camino... Y este camino será un camino en común. Un camino compartido. Y también un camino de creación.

Este es el objetivo de laboratorio de creación Encreuaments, en el que participan cerca de veinte personas de procedencias diversas: creadores ligados a la Sala Beckett, artistas de La Escocesa y personas vinculadas a la Fundación Joia, junto con Lali Álvarez y Jorge-Yamán Serrano, dos profesionales de la dramaturgia y de la dirección de escena. "Es un grupo mixto, con personas peculiares, como lo es cualquiera otro grupo con el que Jorge o yo estamos acostumbrados a trabajar", explica Lali Álvarez, quien desde hace unas semanas ya ha empezado a trabajar con el grupo para construir una dramaturgia; Jorge-Yamán Serrano lo hará más adelante, cuando llegue el momento de trabajar la puesta en escena.

El laboratorio de creación Encreuaments es el punto de partida de una de las cinco creaciones comunitarias que acompaña el programa ART i PART. Esta creación, que tendrá lugar en el barrio de Poblenou, está propuesta por la Sala Beckett y la Fundación Joia y en ella también están implicadas Can Felipa, La Escocesa, Hangar y el Districte de Sant Martí.

"Probamos de cruzarnos. Queremos facilitar el cruce de personas con procedencias diferentes para hacer una creación escénica", añade Lali Álvarez sin hacer diferencias entre aquellos del grupo dedicados habitualmente a la escena y los que provienen de la Fundación Joia, dedicada a la inserción de usuarios de los servicios de salud mental. "Todos somos sujetos del hecho artístico", apunta la dramaturga que asegura desconocer todavía hacia dónde avanzará la creación. "De momento sólo hemos hecho cuatro sesiones, nos hemos conocido y hemos hablado de qué  significa para cada uno de nosotros el teatro. Todos coincidimos enque tiene que ser un espacio de libertad, de comunicación, de belleza y también de provocación".

A pesar de que la creación (que se podrá ver en junio en la Sala Beckett) puede avanzar por caminos muy diversos, de momento el grupo trabaja con la idea de hablar precisamente sobre los cruces a partir de un lugar donde todos se pudieran encontrar: "Es posible que este lugar sea una isla", desvela la dramaturga que ha participado anteriormente en más creaciones comunitarias. "Creo que las artes escénicas tienen que dar voz a los colectivos que tradicionalmente están silenciados", apunta Lali Álvarez quién asegura que ella y Jorge-Yamán Serrano lo que hacen "es proporcionar herramientas para que este colectivo se pueda explicar; herramientas que nosotros tenemos únicamente porque somos profesionales".