Quién crea que el alma de los payasos morirá es que no sabe reír. Y quien no sabe reír es que está muerto. Teatre Mòbil son payasos desde hace 25 años y saben que la risa es la más preciada de nuestras posesiones. En Cösmix, el espectáculo que ahora nos presentan en los escenarios del Barcelona Districte Cultural, los han vuelto a invocar. Y las risas nunca les defraudan.

-Habéis hecho 17 espectáculos y siempre haciendo de payasos... ¿Qué os enamoró de los payasos?
- Interpelan a una parte muy íntima de nosotros mismos, nos vuelven a los tiempos de la simplicidad, de cuando éramos niños y el juego era una parte fundamental de nuestra vida. Nos evocan la risa, el optimismo, el hecho de estar bien con nosotros y compartirlo con el público.

-¿Cómo ha evolucionado vuestro lenguaje en estos 25 años de trabajo?
-Básicamente, la esencia de nuestros espectáculos es la misma. Nos gusta crear un mundo sorprendente donde el gag es protagonista, en los que podamos disfrutar de la actuación y así transmitirlo. A lo largo de estos años hemos hecho espectáculos con una historia y otros de números, espectáculos con dos personas o con tres, con escenografía más compleja o más simples... y creemos que hemos ganado en oficio intentando no perder la espontaneidad.

-¿Y cómo ha cambiado la manera de recibirlos por parte de los niños?
-Los niños continúan siendo niños y si les puedes seducir con espectáculos que les gusten, siempre responden generosamente.

-¿Cómo es el mundo que os habéis inventado?
-Es un mundo con diferentes caras (cada sketch, cada espectáculo es diferente) pero unido por un mismo tronco, un mundo en el que conviven elementos fantásticos y elementos humorísticos.

-¿Y como son vuestros personajes?
-Nuestros personajes son inocentes pero a la vez tienen ganas de descubrir nuevos mundos y de pasárselo bien. No tenemos unos personajes fijos y, según las necesidades de cada espectáculo, nos transformamos. Nuestra inspiración es el mundo de los payasos, pero no nos quedamos en el payaso de circo, lo subimos al escenario y añadimos elementos teatrales.

-¿Creéis que los payasos son inmortales?
-El espíritu del payaso sí que es inmortal y, según las épocas, se ha manifestado de varias maneras: está en constante evolución. Payaso y reír son sinónimos, y el día en que la humanidad pierda la risa, entonces sí, que el payaso morirá. Pero es muy improbable que ocurra, porque la risa es una necesidad que nos define como seres humanos.