Hay cosas que parece que solo se pueden hablar con los hermanos, porque solo los hermanos, que son quienes nos conocen desde siempre, que saben quién queríamos ser y que pueden reconocer claramente en quién nos hemos convertido, podrán entender. Solo ellos sabrán descifrar lo que queda de todo aquello que soñamos y deseamos que seríamos y, a veces, solo ellos nos pueden ayudarnos a volver a encontrar el deseo cuando parece que lo hayamo perdido para siempre jamás.

Esto es lo que se los pasa a las tres germanas de IF (L'últim desig), que saben qué deseaban ellas cuando eran pequeñas e intuyen qué podía desear su madre que acaba de morir. Que saben en qué quedaron los sueños de su madre y que no quieren seguir deseando cada vez que se encuentren una pestaña acabada de caer o que ven pasar una estrella fugaz si no están seguras que estos deseos pueden convertirse en realidad.

Estas tres hermanas son Vero, Glòria y Alba, es decir Vero Cendoya, Glòria Sirvent i Alba Florejachs. Y Vero Cendoya, además, es quien ha decidido convertir este texto de Natza Farré sobre el escenario en una historia que a pesar de que vive de las palabras no podría comprenderse sin el movimiento, que sin llegar a ser danza sí que exagera y conceptualiza los gestos cotidianos que nos ayudan a hacernos entender para convertirlos en una parte más del ritual del deseo.

IF ('L'últim desig) habla de los anhelos de tres mujeres que, llegadas a la mitad de su vida, no han conseguido convertir sus sueños en realidad. Habladel deseo, ya sea de reconocimiento, de sexo, de placer, de amor, de alcohol... IF habla de mujeres y lo hace con una mirada femenina, feminista y también cargada de humor, de un humor negro, diríamos que de enterrador...