El Barcelona Districte Cultural ha levantado el telón de una nueva edición, la novena, y como en estos tiempos de covid tal empresa puede parecer una heroicidad ha elegido como protagonistas de su primera función de artes escénicas a una pareja de superhéroes. Sí, es cierto: no vuelan; pero sí que tienen superpoders, porque son Autónomos. Y todo el mundo sabe que para ser autónomo uno tiene que tener superpoders para ser capaz de descifrar nombres de formularios que nadie sabe ni rellenar ni muy bien qué finalidad pueden tener.

Autónomos. El musical, de la compañía Versión Definitiva, ha sido el primer montaje de teatro que se ha podido ver en esta edición del circuito de proximidad de la ciudad que ha puesto en marcha sus motores con ganas de reír, de entonary de bailar... porque estos autónomos, como casi todos, están siempre encantados de dar el do de pecho cuando se trata de cantar y contar sus penurias existenciales.

Un público entregado, el del Casinet de Hosafrancs siempre lo es, ha reído las gracias al trío protagonista (los dos actores y el pianista que los acompaña) que practica un humor con muchas similitudes al de la stand-up comedy, el de aquellos humoristas que desde el escenario radiografían la realidad que los rodea con referencias constantes a la actualidad. Ellos no dejan pasar ni una y dejan claro que el guion está en constante revisión: tuvieron tiempo incluso de entrar en sus diálogos referencias al debate de candidatos a las elecciones del 14-F que la cadena autonómica de televisión había celebrado solo unas horas antes. Este chiste, igual que los que hacen sobre Donald Trump, Pedro Sánchez o Ada Colau, fueron aplaudidos por un público que parecía tan identificado con lo que pasaba el escenario que alguien podría haber dicho que estaba íntegramente conformado por... autónomos.