Creativo, implicado, altruista y colectivo
“Sentirse parte de un proyecto, sentir el compromiso con los compañeros”, apunta Florencia Martini. “Trabajar en equipo, creer en proyectos utópicos comunitarios, escuchar a sus protagonistas”, coincide Pedro de la Flor. “Conectar el barrio con otras actividades que no sean las cotidianas”, añade Ventura Garriga. “El intercambio de experiencias y entre gente de diversas edades”, completa Paquita Basas Bacardit la lista de lo que a cada uno de ellos le han reportado los meses de trabajo para hacer realidad Sant Andreu, crònica del no temps: una reivindicació surrealista.
Y es que Paquita, Ventura, Pedro y Florencia son cuatro de los vecinos que respondieron a las llamadas a la participación de ART i PART Sant Andreu el pasado otoño y que durante meses han estado trabajando en un proyecto de creación comunitaria en el que también están implicados algunos artistas residentes en la fábrica de creación Fabra i Coats: Pony ganador, Pedra, Amir Gazit Studio, Mariona Naudin y The Good Good. El resultado de tantas sesiones de esfuerzo colectivo y de sumar fuerzas para hacer el equipo más potente se podrá ver el próximo domingo 27 de mayo a las 12.30 en Fabra i Coats.
Y ¿cómo es esa creación a la que tanto esfuerzo le han dedicado: “Es un proyecto energético, hedonista, exigente, creativo, implicado y altruista. Porque quienes lo llevan son todo conocimiento, generosidad, inspiración y corazón”, lo describe Pedro, que proviene del mundo de la escultura y la danza contemporánea. “Que este proyecto sea utópico, inalcanzable, no rentable ni esclavizado a dogmas políticos lo hace abierto y realmente liberador, expande cerebros desde el compartir”, añade Pedro, quien considera que él ha colaborado aportando “cuerpo, oído y voz”.
Ventura, quien antes ya había participado en Atlas una de las dos creaciones de ART i PART en el barrio de La Marina y que desde hace 13 años está implicado en el mundo de la danza, destaca lo mucho que ha aprendido en los talleres: con Mariona Naudín, Sara Fontán y Pau Rodríguez sobre el coro; con Sofía Zunino, Marina Pujadas y Amir Gazit sobre cómo modificar un espacio a través de las estructuras externas. Y en esa apreciación coincide con Florencia (“La predisposición y el impulso de cada coordinador de los talleres ha sido clave para generar una dinámica de trabajo plural”) y con Paquita.
Florencia llegó hace pocos meses a Barcelona, Paquita vive desde hace tiempo en Sant Andreu, Ventura tiene lazos familiares con el barrio y Pedro está a punto de mudarse a una zona próxima: La Sagrera. Pero a los cuatro el trabajo en los laboratorios de Eixam i rauxa. Enjambre y jaleo les ha dado una nueva perspectiva y un mayor conocimiento sobre qué y cómo es Sant Andreu: “He descubierto cosas del barrio que desconocía: cómo que se instaló una biblioteca móvil en plaza de las Palmeras o que hay gente del barrio indignada por el tema de las obras del tren que no se acaban nunca”, admite Ventura en clara coincidencia con Paquita. “Este proyecto nos invita a ver la estructura invisible de Sant Andreu, los entramados que tejemos entre nosotros como habitantes y visitantes, con el entorno, con su origen y con lo que aún no pasó¸ la exploración propuesta por los artistas nos estimula a cuestionarnos si existen otras maneras de habitar el barrio a partir de la acción colectiva”, añade Florencia.
Pero Paquita, Florencia, Ventura y Pedro no han sido los únicos en sumar esfuerzos. Con ellos han estado Francisco Caparrós Marqueño, Yansy Soler Peña, Miruna Dinu, Judith Belmonte Rivera, Mireia Qkla, Maev Brunet, Alaitz Sánchez, Isabel Garibaldi Lagunas, Eva Mir Montull, Javier Jurado Solari, Josep Claramunt Novoa, Inés Grosclaude, Julieta Agero Fernández, Laura Martín Roselló, Marina García Soriano, Isaac Hidalgo Tarrasón, Montse Rincón, Mila Pascual, Helena Gómez Navarro, Micaela Ferrer, Philippe Fortrie, Roxana Aliaga Almedo, Elsa Tous y Laura Martínez. ¡Gracias a todos por compartir!