Cualquier que haya escuchado las canciones de La Màlaga sabe que son contagiosas. Y, el viernes, nada más salir al escenario del Centre Cívic Joan Oliver ‘Pere Quart’, ya probaron que podían contagiar con el ritmo de la rumba a todo el personal que había acudido hasta allí para comprobar si su ventilador es tan potente como muchos prometen. Y lo cierto es que sopló con fuerza: sus canciones se convirtieron en una excelente medicina para combatir el calor del exterior, aunque su manera de enfrentarse con la rumba catalana hiciera subir unos cuántos grados la temperatura de la sala que acogió la actuación.

“Pa’que lo bailen todos: ellos y ellas” decía la primera canción que interpretaron ante el público de Les Corts. “Seguiremos cantando, seguiremos bailando...” dice otro de sus temas. Y esto es el que pasó en el Joan Oliver donde, algunos en pie y al final de la sala, y otros sentados, sin moverse de sus sillas, los espectadores se dejaron llevar por el sonido de esta formación que busca evolucionar desde los ritmos más clásicos de la rumba a unas sonoridades más fusionadas con ritmos latinos y funkys.

“Sabéis tocar palmas”, preguntó Rumberto, el cantante de La Málaga poco después de aparecer sobre el escenario, “pues hoy haremos palmas”. Y en más de un momento se sintió el sonido de las manos siguiendo el compás de las canciones de este grupo que empezó su carrera, ya hace unos años, tocando y ensayando en la plaza Màlaga del vecino barrio de Hostafrancs. Entonces eran sólo unos jóvenes con ganas de fiesta, pero las muchas horas que han dedicado a trabajar su sonido y a escribir sus propias canciones han sido gasolina para su ventilador y para componer un estilo que demuestra saber hacer sobre el escenario.

Todavía tendrán los chicos de La Málaga otra ocasión para demostrar lo bien que pueden llegar a sonar dentro del programa del Barcelona Districte Cultural, pero tendremos que esperar hasta la segunda edición del circuito, ya en el mes de octubre.

¡Ganas de reencontraros! ¡Hasta pronto!!!