Dominar tu cuerpo. Conseguir que todos y cada uno de tus músculos hagan exactamente aquel movimiento que les estás ordenando que hagan. Obtener su obediencia, su total sumisión, su rendición más absoluta... Y sólo para poder lograr la belleza, para cultivarla y, así, poder regalarla. Eso es el que hace Quim Giron, líder de la compañía Animal Religion, cuando sube al escenario para presentar un espectáculo que, como ya tiene unos años, se ha convertido en todo un clásico en su repertorio.

Quim Giron quizás es, tal como se ha bautizado a sí mismo, un Indomador; pero, lo cierto es que ha conseguido domarse. Ha sido capaz de dominar su cuerpo, de hacerlo responder a cualquier orden, por pequeña que ésta sea. No hace falta que Quim Giron haga estallar su látigo contra el suelo para comprobar cómo el hombre puede convertirse en mujer y la mujer en animal, sea gallo, toro, cerdo o caballo, esté este domado o todavía para domar... porque esto es el que hace: presentarnos todas las bestias que se esconden en su interior o que conviven o a las que observa o que le gustan... permitirnos contemplarlas y descubrirlas, dejarnos domarlas con nuestras miradas.

Este acróbata, especializado en verticales –con ellas despierta más de un grito de exclamación durante la hora corta de espectáculo-, cerró el circuito Barcelona Districte Cultural en el Auditori de Sant Martí de Provençals que, como acostumbra, llenó su platea y lo hizo con un público diverso entre el que los más pequeños convivían con los más veteranos del barrio y competían entre ellos para ver quién era el propietario de la cara y de la exclamación que más sorpresa y admiración delataba. Porque lo que Quim Giron hace es circo pero no aquel circo del que nos hablaban cuando éramos pequeños... El suyo es un circo que busca la espectacularidad pero que también tiene un mensaje, que dialoga con el espectador y le quiere hacer reflexionar. ¿Qué es lo que nos hace hombres? ¿Qué es lo que nos convierte en mujeres? ¿Y en bestias? Y, lo más importante, ¿somos tan diferentes?