"“La película que hice y que titulé Callas no trataba sobre la gran cantante de ópera, sino sobre una mujer que estaba viviendo un terrible desastre y que además era una gran cantante de ópera. Estoy interesado en este tipo de gente, y te acabas dando cuenta de que lo que tiene en común esta gente es el coraje. Eso es lo que me interesa. Me quedé fascinado con Maria Callas. La vi unas cuantas veces sobre un escenario, y cuando la oí cantar me di cuenta de que la suya era una voz rota. Y me acerqué a la mujer para saber por qué tenía esa voz. Cuando estaba haciendo la película falleció, y creo que yo fui el primero que se dio cuenta de que la razón de su muerte, de esa voz rota, era ese desastre motivado por la tormentosa relación que mantenía con Onassis”". 
Quien así habla en una entrevista a La Vanguardia (10 de noviembre de 2015) es Tony Palmer, el autor del documental musical Callas, un periodista que durante años biografió para la BBC a monstruos de la música como Jimy Hendrix, Leonard Cohen, The Who o Pink Floyd, pero que también fijó su mirada en grandes nombres de la clásica como Yehudi Menuhin o Maria Callas.
Callas -o, como muchos la llamaban, La Divina- nació en Nueva York en 1923, en el seno de una familia de ascendencia griega; cuando sus padres se divorciaron, ella tuvo que volver a Grecia con su madre, con quien mantenía una relación muy difícil porque continuamente le recordaba que era una niña regordeta y no demasiado agraciada. Estas críticas la marcaron y dedicó buena parte de su vida a combatirlas: perdió muchos kilos y ganó toneladas de glamour para convertirse en una Audrey Hepburn de los escenarios, una mujer muy atractiva, aunque también muy insegura; pero no fue esta su única lucha: ya que a su familia no encontró el cariño, lo buscó en un montón de hombres que no siempre la supieron amar.
En 1949 se casó con Giovanni Meneghini, un empresario que tenía 30 años más que ella y en quien buscaba el padre que no tuvo: lo abandonó una década después enamorada de Onassis, el que fue su gran amor a pesar de que él nunca la correspondió: nunca se casó con ella y, en cambio, el 1968, sí que se casó con Jackie Kennedy.
Maria Callas murió en 1977. Sólo tenía 53 años, pero -a pesar de que revolucionó la manera de cantar sobre el escenario- hacía ya mucho tiempo que su gran momento como cantante había pasado: su primer éxito lo tuvo, con Tosca, en 1942; a finales de la década de los 40 del siglo pasado ya estaba a la cumbre; a finales de los 50 y principios de los 60, cuando empezó a preocuparse demasiado por su vida privada, cuando enloqueció por Onassis, también llegó el momento en que su voz se empezó a romper. Y rota es como la recuerda Tony Palmer en Callas, la película que estrenó en 1987 y que es la segunda apuesta del ciclo de documental musical de Barcelona Districte Cultural.