El suyo es un universo hecho de hojas y más hojas. Las hojas de las libretas con las que construyen pequeños teatros por donde se pasean sus títeres. Y las hojas de los manzanos, los protagonistas de este espectáculo musical que los De_Papel dirigen a los más pequeños de la casa, aunque saben que sus hermanos más mayores también lo podrán disfrutar.

¿Por qué os etiquetáis como espectáculo de música? Tiene más peso la parte musical que la de los teatros de papel y los títeres de sombra?
Cuando nos piden que nos etiquetemos lo hacemos como una compañía que practica la multidisciplinariedad. Los tres campos donde nos movemos siempre son la música, las artes visuales y el teatro de objetos. En cada trabajo de alguna manera están representados los tres, pero puede adquirir más importancia uno u otro dependiente de las necesidades de la historia que queremos explicar.
En el caso concreto de Una poma, un pomer, los tres tienen mucha importancia; la música está omnipresente, hasta el punto d que podríamos hablar de un concierto, pero lo que realmente explica la historia son los títere-libreta y las marionetas de sombra. Nos gusta pensar que se complementan y logran un equilibrio; del mismo modo que lo hace la naturaleza durante el crecimiento del manzano.

-¿Cómo creasteis todo este universo estético hecho de libretas de papel?
Queríamos trabajar sobre el paso del tiempo y como este hecho afecta a la naturaleza que nos rodea. El papel es un elemento efímero, frágil y fácilmente mutable, de origen vegetal, incluso tenemos el juego de palabras entre hojas de la libreta y hojas del árbol. Por otro lado, el pasar las hojas es una manera muy gráfica de ejemplificar cómo van pasando las estaciones, las plantas crecen o los animales se reproducen.

-¿Cómo es la creación de vuestros espectáculos: nace primero el universo visual y después buscáis las canciones o es a la inversa?
Depende de cada espectáculo, pero en general todo va avanza a la vez. A veces la letra de una canción nos da la idea de una acción de las marionetas, o a veces una acción de las marionetas  nos hace modificar la letra de la canción. En el caso de Una poma, un pomer, queríamos explicar el crecimiento del manzano y su relación con el entorno y fuimos descubriendo que había toda una serie de canciones tradicionales infantiles que nos iban como anillo al dedo. Partimos de aquí. De una idea y de una lista de canciones. Después, a la hora de trenzar la historia siempre se tienen que acabar de perfilar cosas, algunas canciones no servían y elegimos otras, algunas estrofas las cambiamos, tuvimos que crear algunas músicas para momentos que necesitaban de cierto ambiente... pero, en general, todo avanza de manera muy simultánea y esto creemos que se nota en el resultado final, hace que todo sea más sólido y quede muy cuajado.

-¿Este espectáculo es una pequeña reivindicación de la naturaleza en un mundo que la está olvidando?
La naturaleza siempre está, no hay manera de olvidarla, nosotros somos naturaleza. Lo que sí que queríamos reivindicar es el desconocido mundo de las plantas. Muchas veces nos despierta la curiosidad pensar si hay vida en otros planetas y nos encanta imaginarnos a seres diferentes de nosotros, formas de vida exóticas. En cambio, tenemos la vida vegetal aquí mismo, que nos rodea y que nos es, en buena parte, desconocida. No nos paramos nunca a pensar cómo se relacionan las plantas, de qué manera se comunican entre ellas, no sabemos que se pueden avisar cuando detectan algún peligro, que tienen maneras de ayudarse y refinados métodos de subsistencia. Partimos de la obra del neurobiólogo Steffano Mancuso, que tiene libros muy interesantes sobre la inteligencia vegetal. Es un mundo apasionante.

Os dirigís a niños muy pequeños ¿cómo mantenéis su atención?
A pesar de que es un espectáculo que funciona muy bien para la primera infancia, también es verdad que a los más mayores también los atrae. Cada franja de edad tiene unas motivaciones diferentes. Hay diferentes niveles de lectura del espectáculo, siempre intentamos que sea así, que todo el mundo pueda sacar provecho.
Por el que hemos visto, en general, los niños más pequeños se sienten muy atraídos por la música. La Nuria utiliza diferentes instrumentos de percusión y el pedal de loops que va repitiendo los sonidos. Trabajamos con sonidos muy orgánicos, tocamos con piedras y con cañas, usamos reclamos de pájaros y otros sonidos que les son muy próximos. Además, buena parte de las canciones las conocen y las saben cantar, esto, sumado a los dibujos, lo hace muy atractivo por las edades más tempranas. Por otro lado, los mecanismos de las libretas, la grabación en directo y proyección en la pantalla y el uso de la tecnología, lo hace interesando también para los más mayores.