“La inteligencia o la cultura no son antídotos contra la violencia machista”
Marta Buchaca se planteó qué pasa cuando tu pareja te levanta la mano. Y si este acto tan despreciable puede pasar una vez y nunca más... Y todo lo que descubrió lo plasmó en una obra de teatro, Només una vegada, que se estrenó en el Festival Grec del año pasado y que después se presentó en el Teatre Nacional de Catalunya, una obra que Buchaca quiere que gire tanto como le sea posible y que ahora aterriza en los escenarios del Barcelona Districte Cultural. "Es importante que las mujeres se vean reflejadas sobre el escenario, que se den cuenta de que lo que les está pasando no les está sucediendo solo a ellas, que también les pasa a otras muchas mujeres, que la violencia machista tiene un patrón que se va repitiendo... En definitiva, que las mujeres vean que no están solas", explica Marta Buchaca, una dramaturga (que en este caso es también la directora) que este otoño tendrá dos obras en cartelera: Només una vegada, en el Barcelona Districte, y Rita en la Sala Beckett.
Marta Buchaca quería romper tópicos sobre la violencia machista para saber cómo funciona. Por esta razón lo primero que hizo fue elegir como protagonistas a una pareja de clase media-alta y así acabar con el estereotipo de que este es un problema que solo afecta a las clases más bajas. "Ni la inteligencia ni la cultura ni el dinero son antídotos contra la violencia machista", explica Buchaca, quien también admite que su punto de partida inicial no era posible: "No te pegan solo una vez. La violencia física está siempre acompañada de violencia psicológica. Cuando alguien te pega es porque estás viviendo una relación malsana. Antes de pegarte te han estado minando la autoestima durante mucho tiempo".
Los personajes que Marta Buchaca pone sobre el escenario, ella, él y su psicólogo, no son blanco o negro, tan solo víctima o solo agresor. "No sería interesante escénicamente". Los suyos son personajes con matices, tanto que incluso la víctima, a ratos, puede tratar de justificar a su agresor. "Con esta obra los espectadores se pueden sentir identificados ante situaciones que ellos han vivido, se pueden identificar con la víctima o con el agresor", añade la dramaturga que reconoce la importancia de las charlas postfunción para acabar de reflexionar sobre estas situaciones. Si se ha prestado a hacerlas en el marco de las actividades paralelas de nuestro circuito, también ha trabajado para conseguir que Només una vegada fuera accesible para personas con diferentes discapacidades y en su presentación en los centros Parc Sandaru y Urgell se ofrecerá con audiodescripción, subtitulación, bucle magnético, interpretación con lenguaje de signos y la posibilidad de realizar una visita táctil previa a la función. "Ha sido un esfuerzo adaptar la obra, pero creo que es muy importante que llegue cuanto a más gente, mejor".
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