“Dibujar con arena tiene algo de hipnótico”
Dice Borja que dibujar con arena tiene algo de hipnótico. Y es cierto. Para el público es cierto, porque se queda prendido de todos y cada uno de los granos de arena con que Borja hace sus dibujos en una mesa de luz, creaciones que después se proyectan en una pantalla gigante, creaciones que tejen el hilo de un espectáculo y que también le sirven de escenografía y de reclamo visual. Así fue con Somnis de sorra, el primer espectáculo que presentó en nuestro circuito. Y así será con Jojo, que llega ahora a nuestros escenarios; sólo que a los dibujos de arena les ha surgido un competidor atrapamiradas, Jojo, el protagonista de esta historia, un orangután convertido en títere gigante.
-¿Cómo ha sido vuestra evolución desde Somnis de sorra a Jojo? ¿Sentíais la necesidad de explicar una historia más allá de la arena?
Sí, por supuesto que ha habido evolución. Somnis de sorra fue, como quien dice, mi primer espectáculo con la compañía, simple, con poca producción, pero muy bien cerrado y sobre todo creado con el corazón.
Para crear Jojo ha habido una evolución en todo y hemos tardado mucho más en darlo por cerrado. Los dibujos ahora son más elaborados; los títeres parecen casi reales; además del piano, Roc utiliza el hang, un instrumento mágico, y diferentes efectos de sonido; y el diseño de luces ha tomado un papel también muy protagonista en el espectáculo.
En cuanto a la necesidad de explicar una historia más allá de la arena, así es, con Jojo lo intentamos. Dibujar con arena tiene algo de hipnótico, el público queda hipnotizado desde el primer momento en que los dibujos empiezan a transformarse. He querido aprovechar esto para ir más allá de los dibujos, más allá de la música y las luces para poder explicar algo que nos importa a todos y que llegue al espectador de una forma poética y mágica.
¿Por qué elegisteis como protagonista a Jojo? ¿Creéis necesario alertar del maltrato animal
No busco cambiar el mundo, ojalá pudiera, pero sí, y nunca mejor dicho, poner mi granito de arena. Jojo es la historia de un orangután de la selva de Borneo y utilizo su historia como medio para recordar el planeta tan maravilloso que tenemos y el estado en que lo estamos dejando debido a la deforestación, los plásticos, la trata de animales, etc. Como siempre, dar esperanza y despertar alguna conciencia.
¿Cómo conviven la arena, la música y el títere en el escenario?
Aunque es la parte más difícil de la creación, unir las dos dimensiones de los dibujos de arena con las tres dimensiones de los títeres, pienso que es la más importante para que la historia llegue más al público. Para ello está la música y las luces, que crean ambientes que te van transportando de una escena a otra magistralmente.
¿Ha evolucionado tu manera de dibujar con la arena?
Claro, con los años uno va cogiendo más seguridad, trucos, técnicas nuevas etc., aunque lo importante en escena no es hacer dibujos técnicamente perfectos, lo importante es que llegue al público lo que se quiere contar. Como siempre digo, en escena dejo de dibujar para dejarme llevar por el momento, por la música, por el corazón.
¿Cuál es vuestro público: niños, adultos...? ¿Creéis que tienen diferentes maneras de entender la historia pero que todos la disfrutan?
Para todos los públicos, tanto niños como adultos como todos juntos. Una de las características que tiene la arena es que engancha a todos por igual y cada uno lo entiende a su manera, dependiendo de su edad… Eso sí, tenemos que saber que el público infantil entiende más de lo que pensamos, incluso a veces más que los adultos.
¿Hacia donde querríais que evolucionara vuestra manera de hacer espectáculos? ¿Os sentís cómodas con las etiquetas? ¿Creéis que la de teatro os define?
Mi trayectoria se irá escribiendo por sí sola, lo que siempre estoy es atento a mi voz interior que con los años es en la que más confío. En unos años me veo haciendo más espectáculos muy humanos con la idea de seguir uniendo.
Entiendo que las etiquetas ayudan para organizar sectores, pero no siempre es así, a veces solo sirven para vender y clasificar. Hay cosas que no se pueden etiquetar. Nuestra etiqueta es "teatro", pero durante años fue circo, o música, o marionetas, o teatro visual. Es difícil ponernos una etiqueta porque tocamos diferentes disciplinas y con todas me puedo identificar. Puede que teatro englobe todas a la vez.