Barcelona Cultura

El circuito cultural en los barrios de todos los distritos de Barcelona. Entrada gratuita

Próxima temporada otoño 2024

“Convertimos nuestras preocupaciones en humor”

20/09/2019
Teatro
La Calòrica plantea algunos dilemas del mercado laboral en 'Fairfly'

Ganaron un Max, que se dice pronto. Y lo hicieron con este espectáculo que practica un humor que definen de "excesivo, popular y  desacomplejado”, pero sin dejar de ser “ambicioso, afinado y políticamente comprometido”. ¿Cóctel complicado? Quizás sí, pero los chicos de La Calòrica, comandados por JoanYago, parece que lo han conseguido, así que celebran estos días sus primeros diez años de vida.

-La Calòrica hace diez años, ¿cómo habéis cambiado?, ¿qu'e habéis aprendido? y ¿cómo ha evolucionado vuestra manera de entender el teatro y de transitar por los escenarios?
La respuesta corta es que antes teníamos veinte años y ahora  tenemos treinta; con todas las cosas buenas y malas que esto implica. Nuestro viaje de estos diez años se caracteriza sobre todo por el constante aprendizaje y por la lucha por la profesionalización, una lucha que ha sido en algunos momentos una batalla. Una diferencia que puede parecer anecdótica pero para nosotros es muy importante es que, diez años atrás, ninguno sabía que seria de La Calòrica ni de nosotros la semana siguiente; vivíamos al día, hacíamos cada bolo de cada gira pensando que podía ser el último. Hoy, en cambio, somos capaces de proyectarnos una, dos y a veces incluso tres temporadas en el futuro, esto nos ha dado mucha independencia y capacidad de decisión. En cuanto al contenido de nuestras obras, es difícil decir si ha cambiado porque, desde nuestro punto de vista, hemos estado en cambio constante desde el día en que empezamos a trabajar. Nunca nos hemos preocupado por trazar una línea, simplemente hemos hecho las obras que creíamos que teníamos que hacer.

-¿Cómo se vive que ahora reivindique vuestra trayectoria un gran teatro como el Lliure?
Estamos muy contentos. El Teatre LLiure es una equipamiento fantástico que ha actuado, en muchos momentos de nuestra historia reciente, como la proa de la vida cultural de nuestro país y, a pesar de que comparar nuestra historia como compañía independiente con el nacimiento del Lliure no sería justo para nadie, podemos reconocer que admiramos la fuerza y el empuje con que un grupo de jóvenes creadores sacaron adelante el proyecto del Teatre LLiure . Dicho esto, que un gran centro de creación público (o semipúblico, llamadlo cómo queráis) dé espacio a una compañía que ya hace diez años que trabaja no tendría que ser ni una excepción ni un motivo de celebración. Ojalá las jóvenes compañías que hoy están llenando las salas pequeñas de proyectos interesantes no tengan que esperar una década antes de tener una oportunidad en los grandes equipamientos públicos. Todos  saldríamos ganando: compañías, salas y espectadores.

-Fairfly ha sido uno de vuestros espectáculos de más éxito y que más premios os ha reportado....¿donde creéis que está la clave de su éxito?
-Es muy difícil saberlo. De alguna manera, nos salió una comedia terriblemente actual con la que todo el mundo podía sentirse dolorosamente identificado: quien no ha intentado crear una empresa, ha intentado tener un grupo de música, una familia o cualquier otro proyecto que obliga a poner los objetivos del colectivo por encima de los objetivos individuales. Estos proyectos con el tiempo siempre acabarán provocando conflictos, esto todo el mundo lo sabe y de esto  habla Fairfly... de cómo  es de difícil hacerte mayor (como empresa, como grupo, como persona) sin acabar traicionando tus objetivos originales. Nunca pretendimos hacer una obra autobiográfica, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.

-Practicáis un humor comprometido con la actualidad... ¿creéis que la situación actual se tiene que leer con humor?
No planteamos el humor como un sistema de lectura sino como una forma de expresión y, eventualmente, una herramienta de transformación. Leer la realidad con humor significa sacar hierro a las cosas terribles que pasan en el mundo y creo que esto no es lo que hacemos. De hecho, aunque no lo parezca, nosotros somos personas serias y fuertemente preocupadas por las cosas terribles que pasan en el mundo. Lo que hacemos es convertir esta preocupación en humor para intentar combatir estas cosas terribles.

-¿Cómo definiríais vuestro sentido del humor?
Intentamos que sea excesivo, popular y desacomplejado sin que deje de ser ambicioso, afinado y políticamente comprometido. En general intentamos jugar con la gramática de lo inesperado y poner al espectador en situaciones donde no sepa si reír, llorar, gritar, escandalizarse o cabrearse.

-Decís que 'no es lo mismo cambiar el mundo que cambiar nuestra situación en el mundo', ¿en cuál de estos puntos estáis vosotros? ¿Y cuál creéis que tiene que ser el camino que emprenda el teatro?
Todas tenemos muchos problemas, muchas preocupaciones y muchas cosas urgentes que necesitamos resolver rápidamente. Si vivimos nuestra vida en piloto automático (cosa que a menudo es inevitable) nos convertimos inevitablemente en personas cada vez más individualistas y egoístas. Para nosotros hacer teatro es una forma de compromiso con el colectivo, una forma de levantar la cabeza por encima de aquello que nos pasa como individuos y fijarnos en aquello que nos pasa como sociedad. Muy a menudo para comprobar que lo que habíamos confundido con un problema individual es en realidad un mal que afecta a muchos y que solo entre todos podemos intentar resolver.

Compartir