“‘eMe’ es un mensaje de superación ante la adversidad”
La verdad del clown es una verdad universal. Y la verdad de Carlo Mô nace de sus emociones. Este fue el motor que empujó a este payaso a subirse a unas muletas y dibujar la ‘eMe’ con la que ha escrito este montaje que ahora nos presenta.
¿Cómo surgió la idea de trabajar con unas muletas?
Estaba en un momento personal y emocional agotador y en mi local de ensayo tenía unas muletas que habíamos encontrado en la basura. Me colgué de ellas y me sentí descansado, ayudado. Entonces me puse un abrigo para protegerme y empecé a sentirme abrigado. Busqué la manera de ocultar mis piernas y en esta posición, aparentemente incómoda, me empecé a sentir tranquilo, seguro... Y a partir de aquí empecé a jugar e improvisar con este nuevo estado.
¿Y por qué incorporar la música de Mahler?
Estaba leyendo un libro donde describían un entierro y hablaban de Mahler y de qué significaba en aquel momento tan importante su música. Así que la busqué en spotify y me encantó. Escuché diferentes sinfonías y pensé que quería trabajar en algún momento con alguna de sus músicas. Cuando me subí a las muletas, un día la puse y sentí que los "Planetas se alineaban"... Era la rima perfecta de imagen y música.
¿De qué quieres hablar en ‘eMe’?, ¿de las discapacidades?, ¿de las trabas de la vida?, ¿del dolor?
Cuando hago una obra no pienso en lo que quiero explicar, es cuando ya la he acabado que me la miro y pienso en por qué he hecho tal o tal cosa. Y el resultado acostumbra a tener que ver con mi manera de entender la vida. Y ‘eMe’ es un mensaje de superación ante la adversidad tanto a través de la imaginación, sobre todo, como de aceptación de la realidad y de sus maneras de salir adelante.
Los payasos sabéis hacer del dolor poesía, ¿cuál es el secreto?
¡¡¡No hay!!! Cada clown busca su manera de intentarlo. Yo intento humanizar el drama, acercarlo con la inocencia para hacerlo más próximo y soportable. Tenemos que conseguir que la gente cuando ve el Guernica, por ejemplo, vea la emoción de aquello que representa, no la muerte y la destrucción. El arte humaniza y el clown nos ayuda a soportar aquello que es insoportable.
Dices que juegas con tus emociones para crear tus espectáculos. ¿Nos lo explicas?
Siempre parto del trabajo con la verdad y la primera verdad indiscutible son nuestras emociones. Y jugar es investigar, llevarlas hasta sus límites y sorprendernos de hasta dónde podemos llegar.
¿Cómo ha sido el trabajo con Leandre Ribera? ¿Qué ha aportado al espectáculo? ¿Por qué es importante la mirada externa cuando los espectáculos son tan personales como los tuyos?
Trabajar con Leandre es un sueño hecho realidad. Su aportación más importante es que he podido hacer cosas que no me atrevía a hacer a pesar de que las quería hacer; me he dado más tiempo y no he rehuido la emoción principal. La mirada externa es importante siempre que te puedas entender con quién mira y la mirada de en Leandre era una masterclass .
Hace dos décadas que trabajas, ¿cómo ha evolucionado tu lenguaje?
Muchísimo. Como la vida misma, todos crecemos, cambiamos, evolucionamos... Yo antes hablaba mucho y mi parte de humor gestual era muy hiperactiva. Ahora estoy mucho más tranquilo, solo hago humor gestual, ya no hablo y me adentro más en mi interior. No busco la risa, es lo que me pasa lo que da risa