LaBoda es la celebración del encuentro y la unión de artistas que comparten unos mismos intereses y visiones y que vehiculan su expresión a través del cuerpo y el movimiento. Comparten el sentimiento constante de tener presente el patriarcado, la sensibilidad y las vivencias propias de sentirse extranjera y alienada todo el tiempo, de pertenecer y no pertenecer a la vez, de tener una dirección y perderla constantemente, así como las ganas de diversión y de complicidad. Todas estas emociones, sumadas al bagaje de cada una de ellas y al deseo de reunirse para formar un conjunto desde cada individualidad, están en la génesis de la compañía.

LaBoda quiere generar vínculos entre personas que se sienten periféricas y transformarse en comunidad, para recorrer juntas los mismos caminos profesionales y artísticos, que permitan comunicarse con otras comunidades y crear, poco a poco, un mapa que incluya a todo el mundo. La danza esencial, popular, al alcance de todas y de todos, sirve para encontrarse y dignificar el arte, y para defender, también, la importancia de la comunidad en un contexto posmoderno, narcisista e individualista. María Paz Marciano y Pilar Rodríguez Catón creen que la unidad hace la fuerza: la unión de las ideas y voluntades; la unión de las artes y de la multidisciplinariedad; la unión de lo social con lo escénico; la unión de la seriedad y el humor.