A PARTIR DE LOS 8 AÑOS

¿Quién es más huérfano: quién ha perdido a sus padres o quien no ha sabido encontrar nunca sus sentimientos? ¿Quién es más huérfano: quién abandona o quién es abandonado?

Amy es abandonada, otra cosa es que se sienta huérfana. Amy no es exactamente igual que los otros, pero ni falta que le hace. Sufre el síndrome de Down y por esta razón sus padres la abandonaron en un centro, una práctica que era habitual en los Estados Unidos de la década de los años setenta. Ahora, muchos años después, sus hermanos, que nunca se han ocupado ni se han preocupado de ella, la van a visitar porque se sienten obligados a comunicarle que es huérfana (como si alguna vez no lo hubiera sido, como si sus padres se hubieran comportado como unos padres tienen que comportarse) pero en el viaje en coche que emprenden los tres, junto con la cuidadora de Amy, hacia el karaoke donde se tiene que celebrar el funeral del padre, los hermanos irán descubriendo que no es  Amy quién necesita su ayuda, que quizás son ellos quienes no han aprendido a vivir, a aceptar todo aquello que la vida les ha regalado ni todo aquello que les ha robado.

Amy (& the orphans) es una pieza que se estrenó a la off Broadway hace poco más de un par de años, una pieza que nació de la necesidad de la dramaturga Lindsey Ferrentino de explicarse cómo pudo su familia comportarse con su tía exactamente igual que lo hace la familia de la Amy: abandonándola en un centro por su síndrome de Down. La compañía La Niña Bonita consiguió los derechos de la pieza y ha seguido las reglas que la autora impone a todas las compañías que la quieren representar: el papel de Amy tiene que estar encarnado por una persona que sufra su mismo síndrome, una actriz que aquí, en Barcelona, es Odile Fernández; con ella, interpretando a la cuidadora, los hermanos y los padres (que aparecen en un flashback), Roser Batalla, Herminio Avilés, Lorea Uresberueta y Neus Suñé y Xavi Àlvarez, quien, además, son los directores del montaje.

La compañía La Niña Bonita, que fue residente en la Sala Versus Glorias, también ha subido a los escenarios El Camp, de Martin Crimp, y Montag 451, que trabajaron a partir de Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.

LA CRÍTICA HA ESCRITO

“La Niña Bonita ens conviden a mirar per la finestreta per celebrar, amb ells, que la vida, per petita i insignificant que sigui, batega amb una il·lusió i una veritat que emociona.” JORDI BORDES, RECOMANA.CAT

“La autora escribe una pieza en la que no existen ni jueces, ni culpables, ni víctimas y en la que no hay lugar para la actitud paternalista. Así nos encontramos frente a una comedia/road-trip con un ritmo vertiginoso y con unos diálogos al más puro estilo Neil Simon.” NORMAN MARSÀ, ENPLATEA.COM

“Xavi Àlvarez y Neus Suñé, también directores, sirven esta obra de alto voltaje emocional de forma desnuda, en la que apenas la iluminación y algunos elementos escenográficos acompañan a los intérpretes.” JOSÉ CARLOS SORRIBES, ELPERIODICO.COM