Regreso a aquel disco
La ecuación de 2020 es sobradamente conocida: apenas hay conciertos, pero se consume más música que nunca. En este malherido contexto ha nacido 78 RPM, un programa de actividades organizado por la Xarxa de Biblioteques de Girona. Inicialmente previsto para primavera, cuando nadie imaginaba la que nos venía encima, el coronavirus obligó a posponerlo a otoño. Y, aunque nunca se planteó como un parche, la iniciativa es hoy por hoy una manera de sortear el mono de música en vivo. Es una apuesta por la música grabada como lugar de encuentro y de diálogo, como detonador de reflexión, aprendizaje y disfrute.
Siete bibliotecas de Blanes, Figueres, La Bisbal d’Empordà, Puigcerdà, Caldes de Malavella, Calonge y Girona acogen varios ciclos que van de la presentación de libros escritos por músicos a los poemas musicados, pasando por las bandas sonoras. El ciclo más solicitado es ‘Sessions LP’, en el que distintos músicos profundizan en obras que marcaron su evolución artística. Por desgracia, las restricciones sanitarias han castrado la voluntad descentralizadora de la iniciativa y las primeras audiciones se han tenido que celebrar en la biblioteca de Girona y sin público. Otro apaño virtual, sí, aunque sumergirse en un disco guiado por alguien que ha hecho ese viaje con anterioridad es muchísimo más disfrutable y revelador que encerrarte en casa con tus discos de siempre.
Su chapa sobre Stereolab
Desde la pantalla, la sala de actos de la biblioteca Carles Rahola, tan blanca e inmaculada, parecía una nave espacial, lo cual confería un aire retrofuturista a la aventura. Lástima que la tecnología no estuviese a la altura del decorado durante la charla de Núria Graham y que la conexión fallase cada dos por tres. Aun así, quedó bien claro que el ‘Dots and loops’ de Stereolab es una obra de cabecera para la cantante de Vic. “El típico disco que siempre me apetece escuchar cuando voy en autobús aunque lo haya oído treinta veces”, confesó antes de iniciar lo que ella misma calificaría como “mi chapa sobre Stereolab”.
La fascinación de Graham por el disco del grupo inglés es tal que, según confesó durante la audición, un día escribió a la cantante Laetitia Sadier para conocer su opinión. Nunca recibió respuesta, pero reivindicando su elegancia al desafinar, dibujando con los dedos el tintineo del triángulo de ‘Rainbow conversation’ y pinchando fragmentos salteados de las canciones, Graham logró lo que deberían fomentar este tipo de actividades comentadas: que te entren unas ganas locas de escuchar el disco con detenimiento en cuanto acabe la charla.
Clásicos del siglo XXI
Núria Graham tenía un año cuando Stereolab publicó ‘Dots and loops’ en 1997. Aun así, su elección esquivó los clásicos típicos de la historia del pop. Afortunadamente, las nuevas generaciones de músicos catalanes tienen otros referentes. Días después, el dúo Cala Vento se decantaba por ‘Favourite worst nightmare’, el segundo de Arctic Monkeys, para su sesión. ¡Un disco del siglo XXI! Si la de Vic eligió a Stereolab por ser un grupo que compone de una manera radicalmente opuesta a la suya, el dúo gerundense se decantó por el cuarteto de Sheffield porque durante años han calcado su música hasta la extenuación.
“En el grupo que tenía antes, Hot Penguins, si tocábamos 14 canciones en un concierto, diez eran de Arctic Monkeys”, confesó el guitarra Aleix Turon. Pero el verdadero arcticmonkeyólogo es el batería Joan Delgado. “Esta canción la compuso Alex Turner con su exnovia durante unas vacaciones por el Mediterráneo”, informó sobre ‘Fluorescent adolescent’. “No sé exactamente donde estuvieron”, lamentó casi apenado. Y obsesionado por cada una de las aportaciones del batería Matt Helders, las fue reproduciendo con golpeteos sobre la butaca, sobre sus rodillas o baqueteando al aire. “Me sé los principios de batería de todas las canciones”, aseguró. “Pero este trozo aún no he logrado aprendérmelo”, confesó algo decepcionado, en referencia a la recta final de ‘Balaclava’.
El notición de esta segunda charla fue que los problemas técnicos se solventaron y Cala Vento pudo amenizar la audición insertando vídeos sin que se trabase la emisión. Una actuación con Dizzie Rascal colgada en youtube, lanzada desde un portátil para ilustrar una charla organizada por una biblioteca y, de ahí, al ordenador de la gente que atiende desde casa. Así sobrellevamos la ley seca de conciertos. Pero diseccionando la rítmica endiablada de sus canciones y poseídos por esas estructuras llenas de recursos, energía e ingenio, los dos Cala Vento acabaron sacudiendo instintivamente los pies en ‘This house is a circus’. Moraleja: es imposible enfrentarse a Arctic Monkeys en modo estatua.
Habrá más Sessions LP con álbumes de, entre otros, Caetano Veloso, Beatles y Pink Floyd; presenciales o virtuales desde el satélite espacialCarles Rahola, según evolucione la pandemia. Lo de este otoño es la prueba piloto de un proyecto de largo recorrido al que se irán sumando nuevas actividades para reforzar el rol de las bibliotecas en la educación musical. Esta primera edición de 78 RPM ha tenido unos 28.000 euros de presupuesto. Y todos los músicos están cobrando por su trabajo. Para algunos, tal vez sea su único bolo en 2020.