¡Aprendemos juntas!
En esa misma plaza del Sortidor a la que antaño los vecinos de Poble-sec iban a por agua potable hoy hay una croquetería, una hamburguesería, una pizzería, una heladería italiana y otros tres restaurantes. Afortunadamente, no todas las plantas bajas están tomadas por negocios privados de restauración. También está el centro cívico El Sortidor, pulmón cohesionador del barrio que programa infinidad de talleres y actividades y que a las diez de la noche ya cierra puertas.
Esta noche hay concierto en la plaza y la zona está aún más concurrida que de costumbre. Ya no se puede aparcar ni una bicicleta. Organiza la velada el Ateneu La Base y el bar vegano La Raposa, dos espacios vecinales que desde el cooperativismo y el feminismo luchan para reforzar el tejido social de Poble-sec y que estos días impulsan respectivas actividades en paralelo a la fiesta mayor oficial del barrio. El lema del programa que impulsa el Ateneu La Base es #NoEnsFaranFora. Así de triste, cruel y dramático es el nivel de gentrificación, de especulación, de presión inmobiliaria y de desahucios que sufre Poble-sec.
Comunicado de disculpa
El ambiente en la plaza es tenso. Pero hoy no tiene que ver con esos carteles con los que el vecindario anuncia su voluntad de resistencia ante inversores y fondos buitre. Las raperas del colectivo La Clika Pika, cada vez más seguras e imponentes, han finalizado su pase y tras ellas suben las valencianas Machete en Boca. La primera sorpresa es que una de sus integrantes, Jazzwoman, está enferma y no actuará. La segunda, que van a leer un comunicado de disculpa.
Resulta que días atrás una de las Machete, La Charli, se enfrascó en una tangana en las redes sociales al cuestionar la culpabilidad del cantante del grupo VadeBó, acusado de actitudes machistas por una mujer y expulsado inmediatamente de la banda. La canción de Machete en Boca ‘Tos hijoputas’ encendió aún más los ánimos de varias feministas, pues habla de mujeres que utilizan denuncias y demandas falsas para atacar a los hombres que no las aman. La Charli lee el comunicado que para muchos es la primera noticia de la polémica, ya que las Machete en Boca han sido programadas justamente por su discurso feminista.
Empieza el concierto con el ritmo cubano de ‘A machete voy’, pero aquí no hay manera de que suba la temperatura. La fiesta está atascada y ellas lo saben. En primera fila, varias personas conversan airadas. Tan visible es su rechazo a la presencia de las valencianas sobre el escenario de esta fiesta feminista que las raperas se ven incapaces de seguir actuando como si nada, así que paran el concierto y se dirigen a la mujer que más cosas parece querer recriminarles.
El cruce de argumentos será crispado pero nunca violento. Las raperas vuelven a pedir perdón, asumen que deben reflexionar, que se han equivocado y que han emitido comentarios poco meditados. La espectadora les echa en cara que sus versos hacen el juego al machismo y que están muriendo muchas mujeres como para cometer este tipo de imprudencias. La Prima, otra de las componentes del grupo, confiesa que tal vez le falta formación teórica, que su feminismo es más intuitivo que documentado. “¡Yo no voy a asociaciones!”, suelta, casi rogando clemencia. “¡No te disculpes!”, le grita otra espectadora.
Lo que iba a ser un concierto de rap se ha transformado en un encendido debate ante cientos de espectadoras. Una anciana latinoamericana en silla de ruedas pregunta si el motivo de la polémica es el nombre del grupo. En su país, machete es un término coloquial para referirse al pene y, claro, le parecería raro fichar a un grupo llamado Pene en Boca para una actuar en una velada feminista. Dos seguidoras del cuarteto le aclaran que no van por ahí los tiros.
Machete en Boca ya no tiene mucho más que decir. Les gustaría retomar el concierto y lo lograrán tras pedir perdón una vez más y encajar públicamente la situación como una oportunidad para aprender y mejorar su labor musical en defensa de lo mismo que desean defender todas las presentes en la plaza del Sortidor. La frase que zanjará el debate es una con la que La Prima insiste en la necesidad de superar errores y sumar alianzas: “¡Aprendemos juntas!”.
Que corra el aire
Por fin vuelve a sonar la música. “Vamos a dejar que corra el aire”, cantan las tres raperas en ‘Señora de nadie’ y eso es justo lo que hace falta. No es fácil, pero poco a poco las Machete se sobreponen a la situación. Si algo les exculpa es un repertorio centrado en su práctica totalidad en cantos al empoderamiento y a la autodefensa de las mujeres frente al patriarcado. Cuatro niñas siguen el concierto apoyadas en un lateral de la tarima. Por ahí anda también la anciana de la silla de ruedas. Y cientos y cientos de mujeres que llenan ya la plaza.
En cuanto La Prima aborda ‘8 puñaladas’, el público olvida lo ocurrido y corea el estribillo con rabia: “Ocho puñaladas no bastan pa’ matarme / Dios no está de acuerdo: tendrás que sobornarle / Espero que lo sufras y lo pagues no con cárcel / Querías que fuera tuya, pero es que no soy de nadie”. La letra de este rap aflamencado ha sido material de estudio en escuelas de primaria para tratar en clase la violencia machista. Por primera vez esta noche, el público no conversa sobre lo que ha sucedido sino que se recrea en lo que está sonando.
“Disfrutad de las mujeres que rapean, que luego dicen que no hay”, proclaman las valencianas a modo de autoreivindicación. Obviamente, en este concierto no sonará ‘Tos hijoputas’. Las Machete tienen munición más que de sobra y un variado arsenal rítmico que va del rap más hardcore al reggae, del dancehall a la EDM y de lo latino a lo flamenco. Si meses atrás las madrileñas Ira mostraron su letal contundencia en las fiestas de Bellvitge, Machete en Boca, menos aplastantes pero más versátiles, se suman al listado de bandas de hip-hop español más en alza. Unas y otras se están haciendo un hartón de actuar, lo cual les ha permitido armar dos de los directos más potente de la escena. A estas alturas de la noche, a las Machete no hay quien las pare. “¡Haced ruido! ¡Más ruido! ¡Que se bajen los vecinos a la fiesta!”, exclaman, por fin relajadas.
No solo los grandes festivales descubren bandas de primer nivel. Muchas fiestas mayores alternativas son la lanzadera de infinidad de grupos que, además, utilizan la música como herramienta de transformación social. Este ha sido un concierto complicado, pero las integrantes de Machete en Boca lo han resuelto con humildad y arrestos. A pie de escenario, personas de todas las edades se acercan a charlar con ellas. Unas niñas les piden un autógrafo en el brazo. De vuelta a casa, más de una reflexionará sobre estrategias a modificar en las luchas feministas. Ha sido una noche muy tensa, sí, pero muy completa.
(Publicat el 22 de juliol de 2018)