Entierro de la sardina a ritmo de música Nueva Orleans: nos unimos a la riada de vecinos y vecinas en procesión que llevan la sardina desde el casal Mas Guinardó hasta el centro cívico Guinardó. El paso, plataforma en la que se lleva en procesión la brillante sardina confeccionada por un grupo de vecinas, es porteada por niños y niñas, que, con sus familias han organizado o se han añadido a la celebración.
Yolanda Coll, directora del casal, explica que el entierro de la sardina al estilo Nueva Orleans es un acto con una idiosincrasia singular, que a través del trabajo comunitario logra transformar un acto tradicional en una fiesta actualizada. Con la rúa de carnaval, acaecida en los días previos, son fiestas con mucho empuje comunitario: familias, entidades y grupos del barrio preparan las celebraciones con muchos meses de antelación y emplean grandes esfuerzos tanto en la creación de disfraces como en la organización de los encuentros y comitivas.
El entierro de la sardina es una fiesta relativamente nueva en el Guinardó. Hace cuatro años que se celebra, con la participación vecinal y la complicidad entre dos equipamientos del barrio, que a menudo realizan actividades juntos, como nos explica Helena Velaure, vecina y madre de dos niñas que han ayudado a llevar la sardina: “Nos encantan las actividades que realizan en coordinación el casal y el centro cívico para celebrar las fiestas tradicionales. Este año he traído mi madre y mi sobrino, que viven en Gracia”. Helena es una de las vecinas que utiliza el casal Mas Guinardó para hacer vida de barrio y, además de las fiestas populares, también recoge su cesta de verduras ecológicas y participa en la asociación MamaG; son sólo algunas de las actividades que organiza el casal.
Continuamos con la música de Nueva Orleans, escuchando la banda de la Escuela Municipal de Música Can Fargues, que acompaña a la sardina, y al llegar al centro cívico comienza el concurso de Lloramuertos. Yolanda explica que es un concurso muy teatral donde se busca fomentar la participación, ya que gana quien llora más histriónicamente y con más sentimiento. También hay un premio para el vestuario de luto “más auténtico”. Los premios son aportación de la asociación de comerciantes Eix Montserrat y el Mercado del Guinardó, y el chocolate caliente servido al terminar, del bar del centro cívico. Es un claro ejemplo de la acción comunitaria que moviliza y mueve a los barrios de la ciudad.