Segundo paquete de medidas para ofrecer apoyo al sector cultural barcelonés
El Ayuntamiento de Barcelona ha dado a conocer un segundo paquete de once medidas de apoyo al tejido cultural de la ciudad que implica la inversión de 1.670.000 euros. El plan refuerza la cultura de base, mantiene o amplia programas existentes como el Grec Festival de Barcelona, entre otros, y ofrece ayudas a la adaptación física de los espacios culturales al escenario post-covid-19 y a la creación de proyectos innovadores. Entre las nuevas medidas, la puesta en funcionamiento de una Casa de la Música en el 2021, la apertura de una nueva Oficina Ciudadana de la Cultura y la habilitación de espacios públicos para programaciones musicales.
El paquete de medidas que han presentado el teniente de alcalde del área de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad, Joan Subirats, y el Delegado de Derechos Culturales, Dani Granados, sigue al primer conjunto de iniciativas y propuestas que se presentaron el 18 de marzo pasado para empezar a afrontar la crisis del sector cultural generada por la pandemia. Estas nuevas medidas se adoptan tras un periodo de reflexión y de escucha y complicidad con los sectores culturales de la ciudad. Las primeras medidas de marzo ya suponían una inversión de 1.830.000 €, una cifra que habría que sumar a los 3,3 millones de euros de presupuesto directo del festival Grec. Esta cita con las artes vivas se centrará este año en ofrecer apoyo a las compañías y a los artistas locales.
El plan de choque de la cultura barcelonesa incluirá en esta segunda fase ayudas directas al tejido cultural mediante subvenciones por valor de 300.000 €. La convocatoria se abrirá la primera quincena de junio y permitirá pedir ayudas para proyectos e iniciativas que, desde la creación, la investigación y la innovación, contribuyan a garantizar los derechos culturales en el escenario posterior a la covid-19. Programaciones que tengan presente el entorno digital y la necesidad de mantener una distancia social, nuevas líneas de investigación y proyectos artísticos en estado de preproducción e investigación son solo algunos de los proyectos que se podrán acoger a la convocatoria.
En el capítulo de ayudas directas habrá también subvenciones por valor de 200.000 € para la adaptación de los espacios culturales a las nuevas medidas de seguridad que impondrá la crisis de la covid-19. Salas de cine, librerías, galerías de arte y comercios de carácter cultural serán los destinatarios de las ayudas. En cuanto a las salas teatrales, se propondrá al Consorcio para la rehabilitación de teatros, integrado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento que incluya una partida al efecto.
En cuanto al sector de la música, el Proyecto Sala Barcelona debería garantizar que las salas de música, festivales, promotores y artistas de la ciudad tengan la posibilidad de programar en espacios habilitados por el Ayuntamiento y que dispongan una infraestructura básica, como los dos auditorios situados en el parc del Fòrum o la Anella Olímpica de Montjuïc.
Un Grec inclusivo que apoya la escena local
Las propuestas del plan de choque tienen como objetivo fundamental revitalizar la cultura de base, una necesidad en la cual tiene un papel destacado el Grec Festival de Barcelona. Quizás las circunstancias excepcionales de la edición de este año harán que este sea un Grec diferente al que hemos visto otros años, pero se trata que no deje de ser un motor y un escaparate de la vida cultural barcelonesa, como siempre ha sido. En esta edición ofrecerá un apoyo especial a las compañías locales, siempre con una mirada atenta a los intereses y necesidades del público barcelonés y a sus posibilidades. Y es que este año los espectáculos del festival, con un carácter marcadamente inclusivo, tendrán un precio único reducido de 15 € que seria de 5 € para los espectáculos familiares.
Las propuestas del Grec 2020 incluirán cincuenta coproducciones del festival, a las cuales se sumaría una quincena de espectáculos reprogramados de entre los que se hayan tenido que ser suspendidos a causa de la crisis sanitaria que vivimos. Además, en el Grec de este año se podrá ver quince propuestas más procedentes de fuera de Cataluña, algunas de ellas internacionales.
Los espectáculos del festival se verán principalmente, aunque no exclusivamente, en los escenarios situados en la montaña de Montjuïc. De entrada, en un Teatre Grec que se abrirá a los espectadores en las condiciones que determinen las autoridades sanitarias. Además del Teatre Grec, el festival ocupará las salas de mayores dimensiones del Mercat de les Flors, del Teatre Nacional de Catalunya y del Teatre Lliure para acoger, con aforos reducidos, producciones programadas inicialmente en salas más pequeñas. Museos de la ciudad, entre ellos el Museu Nacional d'Art de Catalunya, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, el Born Centre de Cultura i Memòria i el Museu Marítim de Barcelona,, acogerán también propuestas del Grec, aprovechando las posibilidades que ofrecen estos recintos para controlar accesos y aforo.
En conjunto, el Grec Festival de Barcelona se convertirá en una especie de banco de pruebas en el cual se ensayarán las nuevas posibilidades y modalidades para disfrutar de las artes vivas en linea que ofrecen las tecnologías más nuevas. Finalmente, si algunas de las producciones previstas no se pudiera representar durante los meses de julio y agosto, se incluirían en un nuevo programa, De Grec a Grec, que permitiría que se representaran posteriormente en teatros y festivales, siempre bajo el paraguas del Grec.
La Casa de la Música
El Grec Festival de Barcelona no es, sin embargo, el único programa que se verá reforzado para ofrecer un estímulo al sector cultural barcelonés. Así, se ampliarán programas como En residència y Tot Dansa, además de otros programas que, como estos, ponen en contacto el tejido artístico barcelonés con los centros de enseñanza de la ciudad, para garantizar su desarrollo durante los próximos dos cursos escolares. Contratando más creadores y artistas, se ampliaría la cifra de procesos artísticos de los 41 actuales a 70 y la cifra de creadores pasaría de 40 a 100.
También se ampliará el proyecto Músics al carrer, dedicado a los intérpretes que muestran su talento en las calles de la ciudad, con la perspectiva de extenderlo también a otros sectores de las artes vivas. De momento, en el distrito de Ciutat Vella se habilitarán diez nuevos puntos para músicos que se irán extendiendo a otros distritos y, más adelante, a otras disciplinas artísticas, fomentado así una relación más intensa entre espacio público y cultura.
Entre las acciones dirigidas a ofrecer apoyo al sector de la música, está también el plan de reconvertir la Sala BARTS en una nueva Casa de la Música. En abril de 2021 se extingue la concesión de uso de las instalaciones que ocupa actualmente esta sala de conciertos y, por lo tanto, se empezará ya a trabajar en una nueva concesión en régimen de concurrencia. El pliego de condiciones que se haga público aseguraría el valor público del espacio sobre los intereses comerciales.
Una Oficina Ciudadana de la Cultura en la Virreina
Las medidas de apoyo y acompañamiento de esta segunda fase del Plan de choque para la cultura implicarán la creación, a los bajos del Palau de la Virreina (donde actualmente se encuentra situada la oficina de Tíquet Rambles), de una Oficina Ciudadana de la Cultura. Además de las tareas que realizaban hasta ahora estas dependencias (venta de entradas, servicio de Lastminute e información sobre la oferta cultural de la ciudad) el espacio ofrecerá próximamente asesoramiento directo sobre las subvenciones y ayudas municipales, además un servicio de atención personalizada sobre las medidas que incluye el plan de choque. La transformación del espacio, que ofrecerá nuevos servicios de información a partir de junio en una primera fase, incluirá obras a partir de noviembre. El objetivo final es crear un espacio de encuentro y acogida para el sector cultural, abierto y conectado con La Rambla.
Del mismo modo, este otoño se pondrá en funcionamiento una nueva Plataforma Digital Cultural, es decir, una nueva plataforma pública dedicada a acoger nuevas narrativas transmedia, respondiendo así a la previsible demanda de virtualidad que generará en los próximos meses el tejido cultural barcelonés.
En paralelo, el Ayuntamiento establecerá los criterios generales para el desarrollo, en situación de pandemia, de actividades culturales en espacios diversos de la ciudad, de forma que se pueda garantizar la seguridad del público y de los trabajadores y trabajadoras implicados. Así, se estudiará las condiciones necesarias para realizar actividades de manera física en museos, archivos, bibliotecas, centros cívicos, salas de artes escénicas (teatro, danza, música, circo o cine) o bien en la vía pública. Este otoño, además, se emprenderá una campaña de comunicación para hacer patente el valor de la actividad cultural, fomentar el consumo cultural en los barrios, invitar a la ciudadanía a disfrutar de la cultura y generar confianza entre los usuarios y usuarias de cultura de la ciudad. Y a partir del 18 de mayo se abrirá una nueva web en la cual se podrá encontrar información sobre las medidas que el Ayuntamiento y otras administraciones han adoptado para ofrecer apoyo al sector cultural. Este mismo portal informará además sobre la reorganización del calendario de grandes eventos culturales en la ciudad cuando sea necesario y sobre la actividad cultural cancelada, aplazada o reprogramada.
Implementación del primer Plan de choque
El conjunto de medidas que forman parte de esta segunda fase del plan de choque se anuncian después de que, en una primera fase, iniciada cuatro días después de que empezara el confinamiento, se haya escuchado las necesidades y reclamaciones del sector y se haya hecho un esfuerzo por facilitarle información directa mediante un buzón de correo y un formulario web específicos. En estas semanas se ha establecido una coordinación permanente con el Departamento de Cultura de la Generalitat, se han adelantado los pagos en concepto de aportaciones municipales a consorcios y fundaciones y se están elaborando informes para realizar un diagnóstico sobre el impacto concreto de la crisis de la covid-19 en el sector cultural de la ciudad.
Las primeras diez medidas anunciadas por el Ayuntamiento han permitido habilitar una subvención extraordinaria por valor de un millón de euros para proyectos culturales correspondientes al 2020 afectados por la crisis sanitaria actual. Se prevé que la convocatoria (con un máximo de 20.000 euros por proyecto), se publique durante la primera quincena de junio.
Las medidas referidas al Grec Festival de Barcelona, siempre con la perspectiva de ofrecer apoyo al sector artístico local y reprogramar espectáculos suspendidos, la reprogramación en las temporadas de otoño de los espectáculos suspendidos de la Quinzena Metropolitana de la Dansa, o el adelanto de la mitad de los cachés de espectáculos de festivales municipales reprogramados son también efecto de las primeras medidas apuntadas por el Ayuntamiento para hacer frente a la emergencia cultural.
Igualmente se articulará una dotación extraordinaria de un millón de euros para la compra de libros para las Bibliotecas de Barcelona que se sumará a los 270.391 euros de inversión municipal prevista para el 2020 y que deberá beneficiar especialmente a las librerías de proximidad, con la idea que estos comercios puedan empezar a facturar ya durante el mes de noviembre los pedidos que recibirían de las bibliotecas barcelonesas.
También se ha apoyado el traslado de la festividad de San Jordi al 23 de julio propuesto por la Cambra del Llibre y la reubicación en el marco de las fiestas de la Mercè de parte de las actividades de Món Llibre.
Se amplía en ocho centros cívicos más la edición de este otoño del programa de artes escénicas Barcelona Districte Cultural, de forma que participarán en el mismo treinta centros cívicos en los cuales 22 compañías ofrecerán 139 funciones. A esta cifra hay que sumar las 66 funciones aplazadas de la edición de primavera a cargo de otras 22 compañías.
Finalmente, las medidas previstas incluyen una convocatoria de subvención que afectaría al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y a una parte de la tasa de ocupación de la vía pública para realizar filmaciones.