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Fragmento de una de las obras del artista representando a una sirena tumbada en la playa

La Sala Parés dedica una exposición al uruguayo Joaquín Torres-García

“Torres-García. Entre el Novecentismo y las vanguardias (1891-1934)” se podrá ver hasta el 1 de febrero.

Quizás sea uno de los autores más conocidos del novecentismo catalán y las vanguardias, pero, de hecho, Joaquín Torres-García nació en Uruguay hijo, eso sí, de un padre de Mataró. Ahora que se cumplen 150 años del nacimiento del artista, la Sala Parés le dedica una exposición que reúne cerca de 120 obras, entre óleos, obras sobre papel y algunos de los conocidos juguetes que creó.

La exposición tiene un alcance internacional, puesto que reúne obras depositadas en instituciones y colecciones privadas de París, Nueva York, Montevideo, Madrid y Barcelona. Entre los principales colaboradores en la exposición, sin embargo, el Museo Torres-García de Montevideo y la Generalitat de Catalunya. Todo sucede en una sala, la Sala Parés, que fue fundamental en la trayectoria del artista.

Hijo de una madre descendente de habitantes de las islas Canarias y de un padre nacido junto a Barcelona, Torres-García se trasladó con su familia a Catalunya cuando era aún joven, a causa de la situación económica. Después de una primera formación en Uruguay, permaneció en Catalunya entre el año 1891 y principios de los años treinta del siglo XX, cuando decidió regresar a Montevideo.

Mientras estuvo en Barcelona, desarrolló una obra ecléctica en la cual coincidían modernismo y academicismo, antes de sumergirse en un novecentismo que dio como resultado, entre otras obras, las pinturas del Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat de Catalunya, que fue un encargo de Enric Prat de la Riba, entonces presidente de la Mancomunidad de Catalunya.

En la exposición (en la imagen, fragmento de la obra Sirena, del año 1898-1900, en acuarela, gouache y carboncillo), verás dibujos preparatorios de estas pinturas, además de trabajos preparatorios de algunas conocidas obras murales del autor. Además, también podrás ver obras posteriores, cuando abandonó el novecentismo y se mostraba fascinado por las nuevas ciudades, como verás en obras como Entoldado, Calle de Barcelona o Estación (1917). También encontrarás creaciones de la etapa parisiense del artista, entre las cuales Café de París, Bodegón o un Retrato de Blasco Ibáñez.

Tanto en Catalunya (se vieron en las famosas Galerías Dalmau de la capital catalana) como en París y en los EE. UU., donde vivió otra de las etapas creativas de su trayectoria, Torres-García produjo también sus conocidos juguetes de madera. Los hacía como elementos desmontables formados por piezas diversas pintadas de colores, en la convicción que los niños y niñas las desmontarían, recombinarían y trabajarían así su talento y sus habilidades. Verás unos cuántos de estos juguetes en la exposición de la Sala Parés.

La muestra, finalmente, tiene la virtud de recordarnos el papel fundamental que este espacio expositivo barcelonés tuvo en la trayectoria del artista. Joaquín Torres-García ya participó en una muestra del Cercle Artístic de Sant Lluc organizada en la Sala Parés y formó parte de muestras colectivas como por ejemplo “Jóvenes en Can Parés". En el año 1905, presentó en esta galería las primeras obras que fueron consideradas simbolistas y que, pese a ser parte de una muestra conjunta, atrajeron toda la atención del público y la crítica del momento.

Si quieres ver todas estas obras de Joaquín Torres-García y entender la evolución del artista gracias a una serie de creaciones producidas a lo largo de más de cuarenta años, tendrás que venir a ver “Torres-García. Entre el Novecentismo y las vanguardias (1891-1934)”, pero antes consulta la información en la web de la Sala Parés.

 

Fecha de publicación: Lunes, 02 Diciembre 2024
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