Un palacio para la alta burguesía barcelonesa
Patrimonio de la Generalitat organiza visitas guiadas al Palau Moja, un edificio noble que nació cuando la Rambla aún era una riera.
Posiblemente hayas pasado más de una vez y de dos ante la fachada del Palau Moja (Fotografía: Vicente Zambrano González) y quizás te hayas preguntado por qué razón la fachada principal del inmueble da a la calle de Portaferrissa, en lugar de abrirse a la vecina Rambla. Es porque, en el momento en que el edificio fue construido, a finales del siglo XVIII, el paseo más popular de la ciudad no era más que una riera. Te contarán esto y unas cuantas cosas más durante las visitas guiadas al edificio. Permanece atento, pues están a punto de abrirse las inscripciones para el primer trimestre del año y las plazas, vuelan.
El Palau Moja es hoy la sede de la Dirección General del Patrimonio Cultural de la Generalitat, pero originalmente era una vivienda del alta burguesía barcelonesa que es un ejemplo perfecto de la manera en qué vivían los prohombres de Barcelona y sus familias durante los siglos XVIII y XIX,
El edificio fue construido en 1784 por el arquitecto Josep Mas por encargo de Josep de Copons, marqués de Moja, y Maria Lluïsa Descatllar, marquesa de Cartellà. Fue ella quién solicitó la licencia de obras para construir en la finca, una herencia familiar. El palacio adoptó el nombre del marquesado de su marido, pero las decoraciones interiores del palacio cuentan, de hecho, la historia del marquesado de Cartellà. Elementos del barroco conviven aquí con influencias del neoclasicismo francés. La fachada y las pinturas de Francesc Pla, el Vigatà, del gran salón son los elementos fundamentales de esta etapa del inmueble.
El edificio, sin embargo, vivió una segunda vida con el marqués de Comillas, suegro de Eusebi Güell, que adquirió la finca y la reformó según el gusto de la época en 1870. La escalera de honor, pero también los salones azul, rosa y verde datan de esta época, la misma en la cual el religioso y escritor Jacint Verdaguer vivió allí, ejerciendo de cura y limosnero de los marqueses, durante cerca de quince años.
Te contarán todo esto y algunas cosas más durante unas visitas que tienen una duración de unos sesenta minutos y que se hacen en catalán y en castellano para un máximo de veinticinco personas simultáneamente.
Presta atención al momento en qué se abran las inscripciones para hacer la visita guiada al edificio, porque ofrecen plazas para todo el trimestre, pero se agotan con gran rapidez.
Si quieres saberlo todo sobre el Palau Moja, consulta la web de Patrimonio de la Generalitat e inscríbete para las visitas guiadas del primer trimestre del 2025.