Un mito del novecentismo gerundense
El MNAC dedica una exposición al artista Adolf Fargnoli, que se hizo especialmente famoso a principios del sigle XX por las tallas de madera que producía.
Unas arquetas para joyería decoradas con el máximo detalle y refinamiento hicieron famoso al artista Adolf Fargnoli, igualmente autor de una serie de piezas de bisutería. Se convirtió en todo un exponente del movimiento novecentista en Girona. Ahora, una exposición en el Museu Nacional d'Art de Catalunya rescata sus creaciones. Es "Adolf Fargnoli. Del Novecentismo a la vanguardia" que se puede ver entre el 14 de junio y el 15 de septiembre (en la imagen: Cajita, 1920. Con inscripción "La capseta d'un amor que naix". Palau Antiguitats, Barcelona).
El novecentismo fue un estilo que, en Catalunya, empieza a partir del 1906 y que reivindicaba el uso de la estética clásica con un sentido de modernidad. Fue un arquitecto novecentista, el también gerundense Rafael Masó (un precursor del novecentismo que proyectó y construyó S'Agaró como imagen de una Costa Brava moderna), quién descubrió a un artista de origen italiano nacido en La Bisbal, Adolf Fargnoli, y contribuyó a dar a conocer sus creaciones y las de otros artistas del momento como el escultor Fidel Aguilar o el escultor y pintor Jaume Busquets.
En Girona, y después en Barcelona, Fargnoli (hermano de un conocido fotógrafo que captó imágenes de los pueblos gerundenses de aquel tiempo) se dio a conocer como creador de unas arquetas de joyería (en la imagen, de Jordi Puig, se puede ver una abierta y cerrada) que tallaba en madera, que trabajaba con fuego y que llevaban unas incrustaciones de cerámica, marfil, piedras o metales. Los interiores estaban forrados y decorados con seda.
Estas cajas que él producía se vieron en exposiciones y centros de arte de Catalunya, del resto del Estado e incluso en ciudades diversas de Europa y de América. Cada una tenía un nombre poético que el artista le buscaba cuidadosamente. Creaba también otras piezas, como cofrecillos de tipos diversos y cruces de evangelistas.
El diseño gráfico (un campo en el cual demostró una modernidad sorprendente) , la cerámica y la bisutería fueron las técnicas con los cuales el artista se reinventó en los últimos años de su trayectoria, ya instalado en Barcelona. La estética propia de Hollywood, la meca del cine que se daba a conocer entonces, influyó en las últimas épocas del artista.
La comisaría e historiadora del Arte Pilar Vélez rescató la figura de Fargnoli en una monografía hace unos años y ahora trae al Museu Nacional esta exposición, que nos acerca a las creaciones y las obras de un artista de una sensibilidad extrema.
Si quieres ver la exposición "Adolf Fargnoli. Del Novecentismo a la vanguardia", ven al Museu Nacional d'Art de Catalunya, pero antes consulta en la web toda la información al respecto.