Historia de una obsesión

Por poco que te guste el teatro en verso, ya tienes en el punto de mira al actor y dramaturgo Pablo Macho Otero. Lo viste en el pasado Grec haciendo un Molière (El misantrop) actualizado y, ahora, ofrece en La Villarroel A fuego, un monólogo con el que viaja al mundo clásico para ofrecernos el relato de una obsesión que es, de hecho, una reflexión sobre el sentido mismo de la vida.

Apresúrate, porque únicamente se ofrecen seis representaciones del montaje que, como forma parte del ciclo Off de la sala, se programa en días poco habituales (lunes y martes). Emma Arquillué y el mismo actor dirigen la función.

Sobre el escenario, conocerás a un pastor de la Antigua Grecia, Heróstrato. O mejor dicho, conocerás al actor que lo interpreta, porque esto es un juego metateatral en el cual un actor se obsesiona hasta el extremo con su personaje. Está fascinado por el pastor que incendió el templo de Artemisa de Éfeso, haciendo desaparecer de repente una de las siete maravillas del mundo antiguo. ¿Por qué? Se lo preguntaron una y otra vez mientras lo torturaban y acabó confesando que únicamentequería pasar a la posteridad.

¿Qué crimen no cometería este actor fascinado por Heróstrato para imitar a su ídolo? Lo sabrás escuchando un texto satírico y lleno de juegos de palabras. Conocerás a Heróstrato, pero también a una multitud de otros personajes que interpreta el actor protagonista, un artista megalómano que nos invita a reflexionar sobre el narcisismo tan propio de nuestro tiempo y el deseo inherente al ser humano de dejar huella, con una obra de arte o, si es necesario, con un crimen.

Si quieres volver a encontrarte con un maestro del verso, ven a ver a Pablo Macho Otero en el monólogo A fuego en La Villarroel, pero antes consulta en la web toda la información sobre las representaciones.